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Angie y Mirta.
“Nos encanta estar acá, nos encanta esta escuela”.

“Nosotros tenemos la suerte que cada día nos reciban Angie y Mirta, que son nuestras auxiliares; una característica que las distingue es que están siempre dispuestas para ayudar a los demás. Participan en conversaciones, en charlas, en actividades y mientras esto sucede la escuela brilla y pueden mirar los pisos del establecimiento, que dan cuenta de la labor diaria que desempeñan”, dijo Silvana Duval, docente de 6to año de la Escuela Primaria Nº 2, al presentar a las dos porteras de la escuela del turno mañana, Angélica López y Mirta Paladino.
Mirta recuerda que el primer día de trabajo, hace 24 años atrás, se pegó un tremendo susto cuando inició el arribo a la escuela encendiendo todas las luces y cuando llegó al final del largo pasillo y fue a encender la última todas se apagaron. Afortunadamente la anterior portera vivía cerca y se encargó de indicar qué era lo que había que hacer.
“Nos encanta estar acá, nos encanta esta escuela, tenemos puesta la camiseta de la Escuela Nº 2 porque la sentimos como nuestra segunda casa”, dicen ambas auxiliares al ser consultadas sobre el particular.
Las tareas matutinas se dividen: una prepara la copa de leche, la otra espera a los chicos en la puerta para dar o recibir los besos de los más pequeños y asegurar el saludo cordial de buenos días entre todos, iniciando la jornada escolar.
Al término de cada recreo las dos porteras se aseguran que los pasillos y las aulas sigan brillosos y no dejan de pasar el lampazo por cada uno de los sectores, haciendo que el lugar se vea cálido, como una casa muy bien cuidada que acoge con mucho amor a los chicos que vienen a estudiar.