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Un capacitador de lujo para formar sobre doma sin violencia y cómo corregir vicios de los caballos.
“El cerebro del caballo es como un CPU. Yo puedo enseñarle cosas siempre, por lo que hay formas de corregir todos estos vicios”.

Es un avezado domador, con experiencia ganada en innumerables competiciones. Un golpe en la espalda en plena juventud lo condujo a buscar métodos más suaves para domar potros.
Así se transformó en un especialista en el tema. Hoy dicta cursos en Argentina y otros países sobre lo que ha aprendido sobre la doma racional y sin violencia, tiene además un programa de televisión, ha escrito libros y filmado videos y enseña en diferentes universidades del país.
El miércoles pasado llegó a la ciudad para brindar una capacitación intensiva a criadores de caballo, cuidadores, petiseros, peones, cabañeros, etc. En definitiva, una considerable cantidad de gente que tienen una relación habitual con este animal en sus horas de trabajo y recreación, que estaban expectantes por la formación que les brindó a lo largo de toda la jornada.
Consultado por La Nueva Radio Suárez Martín Hardoy explicó que “el objetivo que traigo para esta charla es prevenir, mejorar y encontrar las causas por las que aparecen vicios en los caballos. Quiero contar a la gente como corregirlos o como evitarlos. Estos vicios aparecen por culpa nuestra; no hay vicios en un caballo libre, la naturaleza es tan sabia que en libertad están perfectamente equilibrados con el ambiente, con el medio” nos expresó nuestro entrevistado.
Hardoy afirmó luego que “los vicios son la compensación de algo que ellos hacen por lo que nosotros estamos haciendo mal. Por ejemplo, los que aparecen en el caballo cuando están en un box: traga aire, patea la puerta, no se echa, por lo que se le inflaman las articulaciones, se come la cama, muerde la madera, se muerde la manta y la rompe”.
El especialista mas tarde agregó que “después están los vicios sociales: de la sociedad del caballo con otros caballos o del caballo con el hombre. En el primer caso las yeguas se muerden entre ellas, el padrillo puede morder a los potrillos, pierden la libido cuando hacemos los servicios a mano porque hacemos las cosas mal. En relación al segundo ítem a veces los malcriamos demasiado: empiezan a patear, morder, no se dejan agarrar, entre otras cosas. Todo esto que he descrito y más –podríamos estar todo el día enumerando vicios- son cosas con las que todo el mundo reniega y las que se pueden corregir. El cerebro del caballo es como un CPU. Yo puedo enseñarle cosas siempre, por lo que hay formas de corregir todos estos vicios, esto es lo que vamos a estar aprendiendo y compartiendo con toda la gente en este curso”.
Agregó que “las ART también están interesadas en que la gente de campo tome en cuenta estas cosas, porque corregir un vicio muchas veces conduce a evitar accidentes”
Sobre la doma sin violencia Martín Hardoy explicó que “es bien simple: si yo quiero hacerme amigo de alguien no le voy a dar cachetadas, palos, golpes y tirones. Lo que pasa es que vivimos en una sociedad culturalmente machista. Si los hombres somos tan agresivos entre los hombres no es de sorprenderse que lo seamos con los caballos y con los animales. Lo que quiero es mostrarle a la gente que la paciencia es la ciencia de la paz. Ser pacientes nos ayuda porque nos permite hacer las cosas mejor, con más facilidad y más rápido. Quiero mostrar que las cosas no funcionan porque seamos más machos y más brutos. Si yo convenzo a un chico por la no violencia evito la rebeldía, cuando soy violento posiblemente se rebelen y se vayan. El exceso de rigor hace que se produzca reacciones de rigor. Por eso vamos a tratar de hablar de límites, de eso se trata, de entender la relación con el caballo desde un punto que es más fácil sin ser violento” expresó Martín Hardoy.
Con toda disposición, este hombre que abrazó una profesión con gran pasión recibió a La Nueva Radio Suárez, mientras en las instalaciones de la Sociedad Rural la gente, con un marco numeroso, se preparaba para el interesante curso que brindó.