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Una artesana silenciosa y apasionada por el patchwork.

Casada con Néstor Lora, mamá de dos jóvenes y docente. Carmen alterna las tareas de ama de casa con una actividad artesanal a la que ha ido tomándole el gusto y la mano con cada nueva realización.
Desarrolla diversas actividades artesanales, como la reparación de muñecas, confección de muñecas de tela, pero especialmente está dedicada a la técnica de patchwork, con lo que pueden surgir no solamente las conocidas frazadas, acolchados o cubrecamas, sino también camperas, jeans y otras prendas o elementos.
El patchwork implica la unión de retacitos de tela muy chiquitos en busca de piezas más grandes. En el caso de los acolchados o cubrecamas a la capa superior hay que ponerle un relleno y una capa inferior, uniendo las tres capas de tela a mano o a máquina.
A mano implica un pespunte muy chiquitito y a máquina se puede hacer cualquier dibujo arriba de la unión de todos los retazos de tela.
La producción final es un artículo muy elaborado que tiene el resultado del trabajo manual y creativo de quien ha sido su autor.
Carmen así lo explica: “es solamente combinar telas de la misma textura, el mismo peso, da lugar a reutilizar cualquier tipo de tela. Se ve lindo, permite el desarrollo de la creatividad de quien lo realiza, demostrando el mundo interior a través de las telas”.
Carmen ha dictado talleres en su domicilio pero también tiene clientas que le piden que vaya a darle sus clases a domicilio, tarea que realiza con mucho gusto.