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En el Concejo Deliberante y ante una sala colmada de público brindó acertadas reflexiones para comprender la realidad.
La profesional de extensa trayectoria participó de este encuentro con los auspicios de la Fundación OSDE y del Concejo Deliberante.
Sus palabras fueron atentamente escuchadas y el cerrado aplauso final marcó la satisfacción de los asistentes por el dinamismo de la disertación y el estilo que facilitó un mayor entendimiento.
“Los valores de expresarse y manifestarse han mutado, existen esos valores, pero hoy los jóvenes se manifiestan escribiéndose en el cuerpo como una pancarta, se tatúan, se grafican, usan ropa que dicen cosas, entonces hoy un padre no tiene que escandalizarse por la facha de su hijo, en lugar de juzgar, que separa y aleja, hay que interrogar, que es el modo de generar vínculos”.

Josefina Semillán llegó a la ciudad de Coronel Suárez especialmente convocada por la Fundación OSDE y el Concejo Deliberante, quienes propiciaron un enriquecedor encuentro entre la comunidad y la profesional con un marco adecuado de concurrentes, donde se destacaban jóvenes, mayores, profesionales, docentes y vecinos en general que se vieron especialmente convocados por la trascendencia del tema que seria planteado de una manera absolutamente coloquial.
Los nuevos jóvenes, sus estilos de comunicación, sus formas de vincularidad, fueron básicamente los puntos abordados por la Lic. Josefina Semillán.
Su tono de voz serena pero vehemente a la vez, su riqueza expresiva y su calida presencia fueron contagiando entusiasmo en el auditorio y parecía que cada concepto apuntaba a fortalecer el lenguaje y brindarle a la palabra empleada todo su esplendor y todo su valor.
Fue el Presidente del Concejo Deliberante quien entregó el decreto respectivo declarando de Interés Municipal la disertación y agradeciendo a la Fundación OSDE por los auspicios y a través del Gerente Regional Carlos Sabatini se había logrado contar con una figura de alta relevancia para la ciudad.
“Es interés del Concejo Deliberante llevar a cabo eventos de estas características, donde se habla de los nuevos jóvenes, los nuevos tiempos y estilos de la comunicación, por lo cual una investigadora y capacitadora docente con proyección internacional es quien cumple el objetivo superior de entregar estas herramientas a nuestra población”, expresó Palenzona en su presentación.
Después comenzó la charla que rondó las dos horas aproximadamente y donde cada párrafo de la expositora tenía una validez semejante que siempre el público estuvo atento y el cerrado aplauso final fue elocuente para premiar sus consideraciones.
La Lic. Semillán se refirió a la importancia de aprender una comunicación en que los seres humanos “somos palabra, porque cada cuerpo, el propio y el del otro, comunica eso que la palabra (verbalizada) no dice y que la razón no puede explicar, pero que se percibe desde la intuición, como el temblor de las manos o el tono de voz”.
Sobre esta dificultad para sostener los buenos vínculos sostiene la Filósofa: “estamos invitados a una nueva alfabetización, de la lectura del cuerpo, de lo no dicho, que va más allá de leer y escribir, es cómo y desde dónde lo digo. Y se pueden ‘leer’ en las oscilaciones de las palabras, la intermitencia de los silencios, la rojez, el temblor de la piel, la angustia en la mirada, la incertidumbre”.
Sostuvo la Filósofa que el problema no son los nuevos soportes que utilizamos para las relaciones vinculares, sino el uso que hacemos de ellos.
“En el entorno familiar, la lectura del cuerpo y de la intuición se da por ejemplo en caso de una madre, cuando el hijo llega de bailar a la madrugada y te dice que está “posta, masa, joya”, pero como madre le vemos los ojos tristes, intuimos que algo pasó y en lugar de ponernos a indagar qué paso, esa indagación que es el natural funcionamiento de la razón, hoy la semiología nos enseña que si hubo riesgo, que uno lo intuye, lo que tengo que preservar es el vínculo. Y entonces en lugar del dato el abrazo, acá está tu mamá, pase lo que pase yo estoy acá. Si intuís peligro, garantiza el vínculo, que la explicación es siempre posterior y seguramente te la van a dar solos, pero por presión, si el otro viene mal, no lo vas a ayudar”.
Y se refirió a desconstituir los prejuicios: “hablo de reconstituir para volver a construir, no destruir la diferencia. Analizas tu postura para ver el fondo de absoluto egoísmo y omnipotencia aplicada al juzgar al otro por ‘diferente’, porque si uno siente que vale más que otro, y puede juzgarlo, se ha puesto en el lugar de Dios”.
Mas adelante explicó sobre el complejo universo de los vínculos: “Nosotros, desde la antropología, es cuando ya no está el tironeo entre el ‘yo’ y el ‘tú’, sino que para que haya ‘yo’ y haya ‘tú’ tiene que haber ‘nosotros’, una terceridad. Es la metáfora de la relación padre, madre, hijo: tan es cierto que el hijo viene de padre y madre, como que el hijo es absolutamente él”.
Sobre las condiciones para mejorar el vínculo intergeneracional, la Filósofa brindó algunas pautas a tener en cuenta: “Para nosotros el espacio real era el espacio objetivo, geográfico y el tiempo sucesorio. Los sucesos se iban analizando uno después de otro. Nosotros fuimos alfabetizados construyendo el todo con sentido uniendo partes simples. La letra con la sílaba, la sílaba con la palabra, la palabra con la oración, la sintaxis, deducción, la inducción, etc. Nuestra modo de raciocinar se desplazó en un espacio que iba de izquierda a derecha y en un tiempo que iba de atrás hacia delante. Y los jóvenes hoy tienen tiempos simultáneos, por eso pueden chatear, enviar mensajes de texto, escuchar música, realizar multitareas y las hacen bien. A pesar de muchos adultos que están deseando que se equivoquen más. Cuando nosotros hacemos los análisis de proporción de error, no es mayor, es de distinto tipo. Como están acostumbrados a funcionar simultáneamente a múltiple banda, uno en una clase los quiere pescar distraídos y les dice a ver qué estoy diciendo y te lo dicen bien. Porque una parte de su cerebro que siguen lo auditivo, que siguen lo que está diciendo el docente”.
“Este hecho de estar interconectados no garantiza que estemos comunicados”.
“Me parece que las nuevas tecnologías han acelerado esta experiencia del tiempo. Y las redes sociales muestran hoy un argumento fundamental: la cantidad sustituye a la calidad, cuando preguntas cuántos te siguen, es importante el número y no si los que te siguen son amorfos o lelos. Yo no critico el soporte, creo que la misma inquietud hubo cuando apareció con Gutemberg la imprenta, creían que sería una deformación, que se perdía el elitismo de la lectura. El tema es el uso del soporte que revela dos cosas, que en el mundo contemporáneo hay la mayor conectividad de la historia de la humanidad porque en tiempo simultáneo te conectas con el universo; y a la par desde nuestro enfoque antropológico la mayor soledad en compañía, no quiere decir que no tenés trabajo, grupos a los que perteneces, actividades, pero no encontras ningún tú que te haga sentir yo”.
“Ocurre que cuando la actividad es tan masiva, los modos de control son cada vez más difíciles o imposibles. Antes si uno quería tener certeza de una definición tenía una enciclopedia con un comité de notables detrás que respaldaban la seriedad de la cuestión. Hoy en la Wilkipedia encontras cualquier tipo de aporte y es imposible organizar una comisión de notables que puedan controlar este caudal infinito donde encontras cualquier definición científica o vulgar. Este hecho de estar interconectados no garantiza que estemos comunicados”.
“Yo no hablo de retroceso del hombre porque las redes sociales son maravillosas y las nuevas tecnologías extraordinarias, y no son directamente responsables del ritmo del progreso o el acelere del tiempo que nos quita posibilidad de comprendernos y hablar. Hoy alguien que llega exhausto del trabajo no tiene mucho espacio psicológico, por más que no se conecte con una computadora, para estar escuchando y analizando al otro con una mínima serenidad. Los que no tienen trabajo están en marginación, y para los que tenemos trabajo existe el síndrome llamado el cargo vivido como carga, es decir que deseas el cargo y cuando lo tenés te agobia. Pero a la vez es innegable la riqueza de este mundo, como todo la cuestión es de opción y equilibrio. Las redes sociales son maravillosas y pueden ser objeto de pedofilias y hechos aberrantes como bien sabemos que pasa, no es el soporte sino el uso que se le da al soporte, es decir, como pasó siempre en la historia de la humanidad, porque cuando apareció el automóvil era lo demoníaco que aplastaba gente, si uno lee las crónicas de la época”.
“El gran desafío es la regulación de estas redes sociales”.
“El gran desafío es la regulación de estas redes, pero esto que se dice fácilmente es de altísima complejidad ponerlo en práctica en redes que se hacen infinitamente inmensas. Es cierto que hay cosas armadas, no es casual que la televisión esté desestructurando las cosas básicas de la vida, la obsesión física, los trastornos de la alimentación y la obsesión por los glúteos turgentes, es una casi patología social y ahí no es un cameraman al que se le ocurrió, sino que hay un director y una bajada de línea por la cual esto se hace y eso es lo que se consume. A mí no me gusta culpar a sectores exclusivamente, es un entramado social complejo”.
“La juventud es la franja de consumo súper exquisita porque además se incentiva constantemente, pero también hay un corrimiento de los roles, hay sociólogos que dicen que la crisis de esta época tiene mucho que ver con la desestructuración del rol varonil del padre, porque psicológicamente el padre es la regla, la norma, la regulación de lo que sí y lo que no, de lo que se hace y no se hace, no porque la mujer no lo haga pero ella tiene otro rol, y la potencia de la pareja es asociarse para reforzar esto, pero encontramos sin embargo que esta desestructuración de la pareja trae niños y jóvenes a los que llamamos perplejos éticos, que no saben a qué atenerse, porque la mamá, por hacerse la graciosa, les da un permiso que el papá no puso, o para la demagogia o para tironearlos en el juego perverso de la adhesión por soborno. Entonces lo que se ve también es un corrimiento de roles, femeninos y masculinos, y es todo occidente que está en esta crisis, los pensadores franceses dicen que esta época se puede llamar era del simulacro, es decir que lo que nuestros chicos ven como ‘caretear’ está visto como un fenómeno no argentino o latinoamericano, sino que el responder a lo que el otro quiere que sea, hace que yo deje de ser y aparente, y si vivís 8 horas aparentando, al final del día no sabes quien sos”.
“El gran desafío es poder disentir sin que seas mi enemigo, que podamos no coincidir con el pensamiento sin que tengas que estar humillado, y creo que en el mundo entero se está viendo una dificultad enorme para la convivencia, y convivir es unidad en la diversidad, que se dice fácil pero a la hora de construirlo en los hechos es dificilísimo. Las formas de los fanatismos se dan cuando vos disentís y no aceptas que el otro no adhiera y eso se transforma en lucha e intolerancia”.