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Es mamá de cinco hijos; las dos últimas son dos hermosas mellizas que ahora tienen siete años. Hace un tiempo a una de las niñas le diagnosticaron leucemia.
Desde entonces comenzaron los tratamientos y a la par de ello la promoción de lo que implica para muchos niños, jóvenes y adultos del mundo la donación de médula ósea.
“Es difícil asumir que un hijo tiene cáncer, el día que nos dieron el diagnóstico no sabíamos ni donde estábamos parados”.

Consultada por La Nueva Radio Suárez, Gabriela explicó que “Pilar en este momento está en una etapa de mantenimiento; estamos en casa, con medicación, sigue el tratamiento de quimioterapia que ahora se le suministra en forma oral. Hay controles permanentes de laboratorio para observar como están sus glóbulos y con estudios de médula cada tres meses, según protocolo, salvo que tenga fiebre, tos o alguna otra problemática, caso en el que se le adelantan los chequeos”.
Ayer Pilar volvió a vestir el guardapolvo y regresó al aula luego de tres semanas de ausencia, en que la tuvieron que cuidar porque necesitaban hacerle un estudio especial.
Consultada cómo trató este tema consigo misma y luego con sus otros hijos, también con Pilar, Gabriela responde que “es difícil asumir que un hijo tiene cáncer, el día que nos dieron el diagnóstico no sabíamos ni donde estábamos parados. Pero Pilar es un ser maravilloso, así que ella nos ayuda mucho también. Ha estado días internada saltando, bailando, cantando y eso es increíble. Siempre le dijimos todo, dentro de lo que ella podía entender. Sabe lo que es la leucemia, lo que significan los estudios, la punción; se deja hacer todo: llega al laboratorio y extiende el brazo”.
Esta mamá esta empeñada, junto a otros muchos padres de la zona, en lograr que se incremente el banco de donantes de médula ósea, por eso no deja pasar oportunidad para hablar del tema: “muchas personas piensan que ser donante de médula ósea es un proceso quirúrgico. Lo que se extraen son células que están dentro de la sangre, las células madres. Hay varios pasos para ser donante de médula, uno de los primeros es la inscripción en el registro, para lo que se requiere acercarse a los centros permanentes de extracción (Bahía Blanca, Pigué, Coronel Pringles) y allí se le practica la extracción de una unidad de sangre, en la que se hacen estudios para determinar si hubo alguna enfermedad infecciosa. Parte de la sangre queda para el banco y parte se envía al INCUCAI para un examen de histocompatibilidad. Esos datos pasan luego a un registro que funciona dentro del INCUCAI y forma parte de un registro internacional”.
“La compatibilidad es de 1 cada 45.000 personas, puede que el organismo te llame en algún momento o que no te llame nunca. Si se registra alguna compatibilidad con alguien que en el mundo está esperando un trasplante de médula entonces la entidad te consulta nuevamente si queres ser donante en vida y si la respuesta es afirmativa se produce la extracción de células madres”.
“Hoy nuestro registro nacional tiene entre 64 y 65 mil personas, lo que a nivel mundial es el 1 por ciento de la población, por eso hay que seguir incentivando a las personas para que se decidan a ser donantes de médula. Incluso las mamás, luego del parto, pueden donar con este mismo objetivo una parte del cordón umbilical de sus hijos recién nacidos, porque también del cordón se extraen células madres”.
En el deseo de esta mamá se cuenta el que dentro de no mucho tiempo el Hospital de Coronel Suárez pueda constituirse en un Centro Permanente de registro de donantes de médula ósea, para seguir sumando mucha gente a este registro mundial, para encontrar las compatibilidades con quienes esperan por esta donación. Por Pilar y por todas las Pilar del mundo.