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“El primer paso para llegar adonde cada una pretende es dejar de sentirnos víctimas y luego capacitarnos para lo que pretendemos hacer”.
Una mujer firme, de gran sonrisa.
Ahora los negocios de las automotrices tienen cara de mujer.

Es una mujer sumamente sencilla, de decir agradable, de sonrisa amplia. Pero sin lugar a dudas que también debe contar con carácter, exigencia para sí y para su entorno de trabajo, resolución y mucha capacidad puesta al servicio de la tarea que desempeña.
Así puede describirse de manera breve a esta joven mujer que ha llegado a un escalón muy alto en la empresa automotriz, de la mano de General Motors, y que sin duda seguirá creciendo, si se toma en cuenta que tiene apenas 40 años y es ya Presidenta de la empresa para Argentina, Paraguay y Uruguay. General Motors es la primera automotriz en el mundo con una mujer en tan alto nivel dirigencial.
Está en la compañía desde el año 1998 y desde entonces ha recorrido varios lugares dentro de la empresa, lo que le ha dado un conocimiento acabado de la firma.
Es Licenciada en Comunicaciones por la Universidad Católica Pontificia de Paraná, Brasil, y obtuvo una Maestría en la Universidad de Loyola de Chicago, Estados Unidos.
Aunque nació en Brasil es hija de padres argentinos, viviendo algunos años en nuestro país. Está casada y es madre de dos hijos.
Consultada sobre lo que opina en torno al rol de las mujeres, sobre todo en América Latina, dijo, entre otras cosas, que “el primer paso para llegar adonde cada una pretende es dejar de sentirnos víctimas y luego capacitarnos para lo que pretendemos hacer”.
Destacó que así “como cuando era pequeña y mis muñecas Barbies no tenían auto, porque era propiedad de los Kent, ahora la Barbie actual cuenta con automóviles que no son solamente rosa, son de todas las formas y colores, lo que es un signo de independencia y libertad. Esta es la mujer actual, capaz de desarrollarse en todos los lugares, siempre que se prepare para hacerlo”.