Imprimir Página | Volver a página de inicio

Inauguró la muestra denominada “Pinceladas” de las artistas suarenses Norma Alonso, Susana Rígoli y Zulma Etcheverry.
La Profesora Verónica Kenig detalló los pormenores de la colección.
Tres artistas en vínculo pleno con su entorno.
Norma Alonso: “No podría pintar nada donde se encuentre la soledad”.
Susana Rígoli: “Todos son lugares que yo conozco”.
Zulma Etcheverry: “Las obras son fruto de un gran esfuerzo personal. No creo mucho en las inspiraciones”.

El viernes pasado quedó inaugurada la muestra denominada “Pinceladas”, organizada por Isidoro Espacio de Arte en su sede de la Avenida Casey 1052 y que contó con la participación de numeroso público entre quienes se encontraban los mayores referentes de las artes plásticas en la ciudad de Coronel Suárez.
Sonia Carrique, la Directora de Isidoro, destacó que las tres artistas desde el primer momento han estado acompañando a este espacio de arte que tiene 4 años de vigencia, lo que representa una gran satisfacción personal y la inmensa felicidad de inaugurar una muestra que reúne a tres artistas en vínculo pleno con su entorno.
La Profesora Verónica Kenig, en cuyo taller se desenvuelven Norma Alonso, Susana Rígoli y Zulma Etcheverry, rescató la experiencia del espacio, rural, urbano, mental y visual, y definió a los caminos sin principio no fin, destacándose puentes, llanos con ausencias, molinos que comunican, edificios, ventanas que nos invitan a imaginar historias, soledades, ausencias y hasta sonidos que son plasmados plásticamente con facturas que recorren manchas, chorreados, geometrías, color, luz, planos y texturas.
Posteriormente pasó a detallar cada uno de los aspectos que reflejan los hermosos trabajos que fueron presentados por las tres artitas: “La obra de Norma Alonso nos muestra un trabajo que va de la mancha y la exploración a la construcción, logra estructurar paisajes urbanos con color, contraste y con ausencia humana explícita, nos imaginamos momentos de quietud en el medio de paisajes que solemos ver cargados de ruido y dinámica. Son una invitación a la vida interior y con un lenguaje introspectivo, que nos lleva a imaginar historias en cada conglomerado”.
“Susana Rígoli nos posiciona en aquellos no lugares, esos espacios inventados y construidos por el hombre para no habitar en ellos, nos trasladan simbólicamente a ese espacio tiempo en el que debemos decidir hacia donde vamos, sobre puentes y caminos que parecen sin principio ni fin, logrados con énfasis en las texturas, mediante chorreados y cromatismos”.
“Zulma Asla logra la sensación de la pampa con sus colores. Por el carácter de su pincelada podemos sentir el viento entre los cardos, la desolación, el llano, sentir el crujir de los molinos al girar. Todo se estructura como fragmentos en el recuerdo, construcciones del espacio que solo puede generar quien vive y ama su paisaje”.
Después de esta introducción de la Profesora Verónica Kenig, Norma Alonso dijo que su obra representa rostros donde la mancha la lleva por lugares en los cuales a veces no sabe donde parar e insiste explorando, conociendo en profundidad y consagrando muchas horas de trabajo, de soledad y de sacar las cosas que uno tiene adentro.
Con la calidez que la caracteriza Norma dijo “mis trabajos son con gente, aunque no se vean; necesito a la gente para vivir, que me quieran, que estén cerca mío” y agradeció la gran cantidad de amigos que siempre la rodean, porque “no podría pintar nada donde se encuentre la soledad”.
Susana Rígoli al hablar dijo que sus trabajos surgen a partir de fotos que va tomando en los viajes, como verdadero disparador, y el cuadro se trasforma después en otra cosa, donde se le pone mucho color, tiempo y básicamente “es importante compartir el intercambio y la opinión de los demas, como nos ocurre desde hace tres años en nuestro trabajo conjunto en el taller de Verónica Kenig. Todos son lugares que yo conozco”.
Y la encantadora Zulma Etcheverry dijo con su inmensa sonrisa que “todo lo que ven se logra con un gran esfuerzo y trabajo constante, porque no creo mucho en las inspiraciones pero si en lo que esta internalizado en uno, le pongo mucho color y apreciarán dibujos y grabados”.
Vale recordar que Zulma acaba de lograr el segundo premio en la ciudad de Bahía Blanca, lo que dijo “representa una caricia para el alma”.
Se entregaron flores para las artistas, no faltó el brindis tradicional y la música para cerrar la noche estuvo a cargo de Mario Ricardo Álvarez.