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El último de los carpinteros artesanos de la ciudad.
Alguna vez nos contó la satisfacción inmensa que sentía cada vez que una idea se le cruzaba por la cabeza y le permitía transformar un rustico tronco de cedro en un delicado y bello mueble.

Que la tarea que desarrolló toda su vida fue bien artesanal, aprendida en su Italia natal, de la mano de su familia, especialmente de un tío suyo, quedó absolutamente claro porque al ingresar a su taller no había muchas máquinas.
La escena del lugar estaba dominada por la madera que cobra diferentes formas, de la mano de un hombre que falleció en las ultimas horas y que fue fiel a su estilo de trabajo.
Entrar a su carpintería de la calle Junín y a medida que pasaba la lija amorosamente comenzaba a tararear despacito una canción.
Costaba interrumpirlo en ese particular cuadro para pedirle unos minutitos de su tiempo para una nota, a la que accedía después sin ningún problema, como ocurrió hace un año atrás.
“Canto porque mientras voy pensando en lo que estoy haciendo no pienso en otra cosa” explicaba.
“A veces digo basta pero cuando me levanto a la mañana me parece que me falta algo, entonces vengo a mi taller y empiezo a hacer el trabajo: si hay pedidos hago lo que me solicitaron y si no lo hay trato de inventar alguna cosa. Parto de un pequeño dibujo y a partir de ahí empiezo a cortar la madera”.
José “Pepe” Bianchi llegó a Coronel Suárez en el año 1948, cuando tenía 25 años. El primer lugar al que se dirigió fue Córdoba, pero días después tomó el tren y llegó hasta nuestra ciudad, donde se quedó porque le gustó. Recuerda que al cruzar la plaza se dijo que “esto va a ser mi pueblo”, y así fue.
Alguna vez nos contó que consiguió trabajo en la carpintería de Gomori Hnos., en el Barrio Puente Chico, dedicado a la fabricación de muebles de estilo, pero que por entonces estaba por cerrar. Le pagaban un sueldo que no le alcanzaba ni para comer, pero sabiendo que estaba completando un aprendizaje que le iba a servir en el futuro.
En el año 1953 logró instalarse por su propia cuenta en la esquina donde estuvo hasta los últimos días de su vida, en la calle Belgrano y Junín.
Hasta hace poco tiempo quien buscaba un mueble de madera trabajado con manos que saben lo que hacen tenía que ir a la carpintería de don “Pepe” Bianchi.
Con sus 89 años este carpintero artesanal ha fallecido y queda el recuerdo para la ciudad de haber fabricado cientos de muebles distintos y no se cansaba de repetir lo que sentía, “una satisfacción incontable cada vez que una idea que cruzó por mi cabeza permite transformar un rústico tronco de cedro en un bello y delicado mueble para el hogar”.