Imprimir Página | Volver a página de inicio

El campo viene de una sequía de cuatro años, por lo que las lluvias actuales traerán más beneficios que daños, siempre y cuando el fenómeno no se repita. Pero habrá problemas coyunturales.
"No lo veo como un perjuicio grave, sino transitorio, coyuntural, aunque hay situaciones diferentes, pero desde el punto de vista ecológico, a la larga es beneficioso", dijo el ingeniero agrónomo y productor agropecuario Carlos Blanco Fernández, ex presidente de la Sociedad Rural de Olavarría.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
"No está hecha la evaluación final, que sólo podrá hacerse cuando se vaya el agua. Mañana (por hoy) será un día de recorridas y el lunes nos vamos a reunir en la Sociedad Rural para analizar el tema. Habrá que ver qué pasa con la soja que no se cosechó; el maíz es más probable que resista; pero se atrasarán las pasturas, eso es preocupante", sintetizó Norma Urruty, vicepresidenta segunda de Carbap y también ex presidenta de la Sociedad Rural de Olavarría.
Hay productores rurales muy preocupados por los efectos de la gran lluvia de los últimos días, pero en general son conscientes de que al mismo tiempo puede marcar el fin de la sequía que afecta a la región desde hace ya cuatro años.
Blanco Fernández, experto en el manejo de suelos y aguas, tiene una visión seguramente distinta a la mayoría de los productores precisamente por sus conocimientos de una cuestión crucial para la provincia de Buenos Aires.
Cita permanentemente a Florentino Ameghino, quien escribió en 1884 "Las secas y las inundaciones en la provincia de Buenos Aires", planteando la necesidad de hacer obras de retención y no de desagüe, considerando que estos dos fenómenos son dos caras de una misma moneda traicionera que causa graves daños a la producción rural bonaerense.
"Nadie lo ha dicho mejor que Ameghino", sostiene Blanco Fernández antes de pasar a explicar que la situación del campo olavarriense "no es tan grave todavía" a pesar de los anegamientos, haciendo la salvedad que puede haber casos de productores muy perjudicados, pero que no son la norma.
"Los campos de la cuenca del Tapalqué, del Brandsen, que son bajos, están en una situación, los de las serranías en otra. Pero hay que tener en cuenta que las napas estaban por debajo de los niveles históricos. Con esta lluvia se van a comenzar a recargar los acuíferos", indicó.
En el mismo sentido, señaló que "cerca de Blanca Chica había pequeños cursos de agua que estuvieron toda la vida y ahora habían desaparecido, Blanca Chica casi no tenía agua, ahora se va a cumplir el ciclo natural", en el que se alternan períodos se sequía con otros de agua abundante.
Pero "la acción del hombre" altera todo, agregó, ya que "cien años antes, este milimetraje de lluvia no habría causado ninguna inundación" pero ahora "hay canales por todos lados, se drena todo para sembrar soja, porque hoy si no sembrás soja te c...de hambre. Los campos están compactados por el pastoreo. Todo eso hace que los drenajes estén acelerados".
Para la ciudad de Olavarría la consecuencia directa y preocupante es que el agua llega velozmente al arroyo Tapalqué, como se pudo comprobar el viernes.
"Antes había rosarios de pequeñas cuencas que se interconectaban, el escurrimiento así se hace más lento, ya que recién cuando se llenaba una y desbordaba el agua pasaba a la otra. Ahora no hay ningún freno, explicó didácticamente. Agregó que hoy los campos altos tenían las napas muy bajas mientras que en los campos bajos estaban muy altas, consecuencia lógica del rápido drenaje de las zonas más elevadas a las deprimidas.
Pero admitió que hay casos puntuales donde los perjuicios pueden ser importantes, especialmente en la cosecha y, "si el fenómeno se repite" puede verse afectada la cadena de pastoreo, aunque el exceso de humedad minimizará los efectos de las heladas, otro hecho beneficioso.
Norma Urruty, con una visión más ajustada a la coyuntura, si bien aceptó la posibilidad que a la larga el agua traiga más beneficios que daños, mostró mayor preocupación, ya que además del daño por la soja que todavía no se cosechó está el retraso de las pasturas. "Hay gente en una situación complicada con la hacienda, no sólo por la comida de los animales sino por las enfermedades que pueden sufrir".
Añadió que "aún no haría ningún diagnóstico, pero yo diría que la situación va a ser problemática. Todavía está entrando agua. Y hay que ver qué pasa si vuelve a llover. Además hay cosas que todavía no se pueden medir porque hay caminos que están intransitables y la gente no ha ido a los campos. Ya hemos escuchado a productores que dicen que están recomplicados, que han tenido que llevar los animales a las lomas. La zona de Crotto, por ejemplo, está llena de agua".
Fuente: www.elpopular.com.ar.