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“La muerte digna no tiene nada que ver con la eutanasia. Es dejar que tenga su desarrollo natural sin intervenciones que prolonguen la vida innecesariamente”.
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Hace dos días atrás, en la Cámara de Senadores de la Nación, se aprobó lo que se denomina “Muerte Digna” y que establece que una persona pueda dejar firmado la voluntad que no se le aplique respirador artificial ni ningún otro elemento que implique una prolongación de su vida por medios mecánicos.
Esta medida también puede ser tomada por un familiar cercano, en caso que la persona afectada se encuentre ante la imposibilidad de hacerlo.
A propósito de esto, La Nueva Radio Suárez habló con el Dr. Fernando Migliavaca, Médico especialista en Cuidados Paliativos, sobre todo para aclarar algunos conceptos y contraponerlos frente a lo que se denomina eutanasia.
“La muerte digna a lo que se refiere es a evitar el sufrimiento, básicamente la prolongación sin sentido de una agonía. La idea es que el fallecimiento llegue en el momento justo y preciso, de forma natural. Lo que hacemos es acompañar al paciente en ese período y evitamos el sufrimiento, el dolor, que esta persona pueda estar en contacto con su familia, sus seres queridos, tratar que sea de la manera menos traumática posible. Los cuidados paliativos vienen de la palabra palium, que es manto, cubrir, proteger. Eso es lo que tratamos de hacer: proteger al enfermo y a su familia para que la muerte se produzca tal como el proceso natural que es”.
Consultado si la muerte digna tiene poco o mucho que ver con la eutanasia, el profesional responde que “este procedimiento es algo totalmente contrario a la muerte digna. La eutanasia es el acortamiento de la vida para evitar un sufrimiento, sin embargo nosotros lo que procuramos hacer es que el deceso se produzca en el momento determinado por el ser superior en el que la persona crea o en el momento en que naturalmente se desarrolle. No vamos a cortar esa vida ni la vamos a prolongar inútilmente con medios mecánicos. La muerte digna es aquella a la que se llega sin dolor, con la posibilidad total de comunicarse y que el paciente pueda decir ‘te amo, te perdono, perdóname, gracias y adiós’; eso es lo que denominamos como muerte digna, entonces no vamos a acortar esa vida, ni le vamos a impedir desarrollar plenamente toda esa comunicación con sus seres queridos y tampoco la vamos a prolongar estando en terapia intensiva, en soledad, con toda esa aparatología artificial que no tiene ningún sentido”.
“Lo que proponemos, conversando con la familia, es que la muerte se produzca en el ambiente más adecuado, que sea en la casa y si no se puede en una sala o habitación del hospital, pero no en una terapia si es posible, porque allí se produce un aislamiento con el familiar. Para dar un ejemplo, en este tipo de pacientes hay limitaciones para las visitas pero buscamos dar lugar a algunas excepciones, porque buscamos que puedan tener el mayor contacto con su familia y sus seres queridos”.
El Dr. Fernando Migliavaca expresó luego, en torno a si el paciente se da cuenta cuando llega el momento, que “la mayoría de las veces casi todos los familiares que han detectado esa despedida es con una paz tremenda: el paciente se despide con mucha paz. A diferencia de lo que suponemos, que es un proceso traumático, en realidad no lo es. Los pacientes con enfermedades crónicas se despiden, hablan, comienzan a llamar a familiares que hacía mucho que no veían, es decir, dan mensajes para indicar que el momento final se aproxima” concluyó el profesional.