Imprimir Página | Volver a página de inicio

Se sienten castigados, como rehenes, por cuestionamientos ajenos a su trabajo.
La medida de fuerza del SOCAYA puso en riego la estabilidad laboral de los microemprendimientos productivos de nuestra ciudad y Pueblos Alemanes.
De prolongarse expresaban que debían considerar medidas de restricción de personal.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Los propietarios de los microemprendimientos relacionados con Vulcabrás preocupados porque no les llega materia prima para trabajar.
Se trata de alrededor de 11 talleres de Coronel Suárez, Huanguelén y los Pueblos Alemanes que reúnen en total cerca de 200 trabajadores y que concurrieron ayer a la planta de la calle Olavarria para expresarle al Ing. Héctor Adamoli, Gerente de la empresa de calzado, su preocupación porque desde hace dos días están parados, sin poder producir porque no reciben materia prima.
Esto es consecuencia de la determinación que tomó la conducción del gremio, en la que dejan entrar camiones cargados pero no permiten la salida de ningún tipo de mercadería o la producción de la planta.
Al término del encuentro, que se prolongó entre las 8 y las 9:30 horas aproximadamente, La Nueva Radio Suárez habló con tres de los propietarios de microemprendimientos.
“Somos rehenes de una situación en la que no tenemos nada que ver. Una medida tomada al revés porque mientras nosotros estamos parados (en los talleres) los empleados de Vulcabrás, que son los que están planteando el conflicto, están trabajando con normalidad, haciendo su producción”, estas fueron algunas de las expresiones de los propietarios de los talleres al término de la reunión que tuvieron ayer por la mañana en la empresa brasilera.
Pedro Schiebelbein expresó que “vinimos a plantear nuestro problema porque no estamos recibiendo el trabajo diario que producimos todos los días. Nos sentimos castigados ante esta situación, porque de prolongarse nos obliga a tomar una serie de medidas para poder ver que hacer con la gente. Hay emprendimientos que hace 2 días que están con la gente en la casa, sin realizar ningún tipo de producción. Si uno no trabaja no factura y el conflicto, además de tenerlo acá, lo vamos a tener en los microemprendimientos. Es un problema entre Vulcabrás y el gremio, no entendemos por qué nos afectan a nosotros”.
Por su parte, María del Carmen de Franco explicó que “en el taller que tenemos en Santa María trabajan 42 personas dedicadas exclusivamente a trabajar para Vulcabrás, por lo que dependemos exclusivamente de esto. Nos sentimos afectados, que somos rehenes de una situación en la que no tenemos nada que ver. Estamos totalmente fuera de la situación. Si no facturamos no podemos cobrar y vamos a estar en una complicada situación en muy corto plazo”.
Mario Nuesch también sumó algunas consideraciones sobre esta conflictiva situación: “estamos pagando los platos rotos de un conflicto entre Socaya y la empresa. Entendemos que la fábrica tiene trabajo para enviarnos pero la Comisión Interna del gremio no permite salir los camiones con la mercadería. Propusimos que permitan salir la materia prima para que podamos realizar nuestra producción, por más que después no la permitan reingresar, con la posibilidad que se haga el control de calidad con personal de Vulcabrás en nuestros propios talleres. Ellos (la empresa) nos apoyan totalmente, pedimos que se haga al revés de lo que se está haciendo, en lo que respecta a la producción para los microemprendimientos: que se deje salir la mercadería con destino a nuestros talleres y que en todo caso no se deje ingresar después nuestra producción. La realidad es que la gente de los talleres está parada mientras que en la planta de Vulcabrás los trabajadores que reclaman están haciendo la producción, lo que es una incongruencia, un sin sentido, porque nos involucran en un reclamo en el que no tenemos nada que ver”.