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Bromatología solicita cuidar la limpieza de patios y jardines.
Hay bocas de tormentas que son focos propicios para su deambular.
Denuncian vecinos que en pleno centro han advertido la presencia de ratas en sus propiedades.
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Rubén Anastasi, responsable del Puesto de Control Sanitario del Departamento de Bromatología de la Municipalidad, dijo que “como lo vamos a hacer ahora también en otras oportunidades pusimos en marcha un operativo de limpieza y desratización en las bocas de tormenta, colocando cebos, y luego de un lapso de tiempo llevamos a cabo un control de lo que las ratas han comido o no”.
“En anteriores ocasiones hemos observado de todo en las bocas de tormenta, no solamente las hojas que es lógico que estén, sino también bolsas de residuos y cualquier tipo de elementos (como un pedazo de escalera, cueros, etc.) que hacen que las bocas se tapen y no circule el agua provocando un espacio propicio para el deambular de los roedores que además circulan por los canales de desagües y se terminan dispersando hacia los canales a cielo abierto, hacia donde va el agua”.
Explicó que la Municipalidad entrega cebos tóxicos a las personas que lo requieran, como así también hace la desratización en las instituciones de la comunidad que lo solicitan.
Pero solicitó el funcionario a toda la población “cuidar especialmente la limpieza de patios y jardines. La rata es un animal que se mueve a no más de 200 metros de donde tiene su madriguera, espacio en el que busca comida, por lo que es importante reducirle las posibilidad de lugares donde pueda tener sus crías y para ello es imprescindible que el pasto esté correctamente cortado y que no haya ambientes sin control y falta de limpieza”.
Los reclamos que se han repetido en los últimos días en la ciudad es por la presencia de gran cantidad de ratas en algunos domicilios céntricos; en algunos se han ganado los techos, en otros corren por los paredones y se han visto también ratas corriendo por la Avenida Alsina, entre Lamadrid y Avellaneda por ejemplo, en plena pelea por la basura que se saca a la vía pública.
En las bocas de tormenta de la calle Lamadrid, todo en el centro, en las horas mas silenciosas es cuanto mas se observan, pero aquí lamentablemente contribuyen sin ningún tipo de escrúpulos las señoras, fanáticas de la limpieza por encima, donde se ve, tirando todo en esos lugares que tienen la gran misión de los desagüéis pluviales y para no tener unas horas las bolsitas de residuos frente a sus domicilios, las llevan hasta la esquina y disimuladamente van adentro de la boca de tormenta a alimentar las ratas. Después se quejan.