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“El trabajo ayuda a sentirse pleno, útil, realizado y equilibrado”.
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La Nueva Radio Suárez consultó al Padre Maximiliano Garaicochea sobre lo que implica el trabajo según la visión de la Iglesia.
“Juan Pablo II y la Iglesia toda en sí le ha dado la atención, la reflexión y la acción a lo que es el mundo laboral. Desde finales del siglo XIX, León XIII, con una bellísima encíclica Rerum Novarum, dio comienzo a los mensajes sociales marcando una tendencia y una postura sobre el trabajo. En plena revolución del comunismo, saliendo de la segunda Revolución Industrial, el Papa escribe esta encíclica sobre lo que implica la dignidad del empleo y de los trabajadores. Esta expresión es coronada, mucho tiempo después, con la encíclica que escribió Juan Pablo II, donde habla de lo excelso del trabajo. La dignidad es lo que constituye al hombre en cuanto a ser con otros”, comenzó expresando el Sacerdote de nuestra Parroquia.
El Padre “Maxi” luego agregó que “esto es lo que hace esa rutina, lo transforma en ser social, en acción con otros. Vivir es convivir, poder relacionarse de una manera nueva en el mundo del trabajo. Esta es la dignidad que representa, poder desarrollar las capacidades y las potencias que tiene, lo hace pleno y verdaderamente humano, medio para el desarrollo de cada hombre y de los pueblos que él constituye. En este marco con la triste realidad de la falta de empleo que hemos vivido en Coronel Suárez y en Argentina en otros años, como podemos ver que sucede ahora en otras partes del mundo, se tiene cuenta cabal de lo que implica la pérdida de trabajo como una pérdida de la dignidad del hombre que no puede dar lo que tiene para ofrecer: sus manos, sus brazos, su ingenio, sus capacidades para sí y para los demás. Por otra parte, el hombre fue hecho para ser feliz y el empleo es una de las herramientas que el hombre tiene para poder dignificarse” expresó.
No obstante el religioso alertó al expresar: “pero atención, cuando alguno de estos medios se polariza (el trabajo, el ocio, el estudio u otras cuestiones) hay algo que está corrido. Todo en el hombre tiene que ser equilibrado, en su justa medida. El buen ejercicio de nuestras virtudes es tratar de ser lo más equitativo posible. El trabajo ayuda a tener este balance, permite sentirse útil, pleno y realizado”.