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Se dieron cita distintas generaciones.
Desde Nizzero, Tarcia, hasta un baño intervenido por la gran figura del arte local Maria Cristina Elorriaga.
El arte textil de la talentosa Ana Paula Hall y la melancólica expresión de Guillermina Victoria.
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“La Memoria de la línea” fue el titulo de la galería que se inauguro el sábado pasado en Isidoro Espacio de Arte, una muestra integrada por varios referentes generacionales quienes fueron gentilmente apadrinados por los dos grandes maestros Ana Tarsia y Mauricio Nizzero, como ocurrió con nuestros artistas suarenses y otros invitados.
Fue admirable apreciar el baño intervenido por Maria Cristina Elorriaga quien además acepto posar con esa elegancia y distinción que la caracteriza al decirnos que “desde siempre se han concebido imaginarios donde concretar espacios únicos para ser compartidos”.
“Bienvenidos a Anteviene, un homenaje a Isidoro Espacio de Arte, una utopía para muchos, un imaginario para todos, una concreción para la vida”.
Después Guillermina Victoria con sus trabajos que representan a través de la sensualidad juegos de espacios y formas, apelando a la melancolía que despierta sentimientos, emociones, dejando un rasgo intimista, autentico, personal, su mirada es tan profunda que uno la encuentran en esas imágenes que son ensambles únicos.
Acompañó Ramiro Clemente un tucumano residente en Barcelona y volvimos a encontrarnos con Francisco Felkar con sus dibujos quien había compartido hace tiempo una muestra denominada identidad artificial de Juan Pablo Arce.
Felkar es Bahiense y su obra es la de un observador, un plástico original que construye, como el mismo expreso, “lo que tiene deseos de ver”.
Por eso la muestra del sábado que se mantendrá habilitada hasta el 4 de mayo bajo “La memoria de la línea” junto a Pablo Garat, Flavio Linares y el consagrado Juan Marc Nadalín.