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De la euforia a la resignación.
Un partido aparte.
Una multitud se dio cita en el Parque de las Tres Avenidas.
Las expresiones de los simpatizantes.
Una tarde de otoño en verde y rojo.
Por Juan Schtre.
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Es histórico, viene de familia, es la eterna rivalidad que se pone de manifiesto, es el clásico, que se vive diferente, se siente diferente, no importa el lugar en la tabla que ocupe cada uno de los dos protagonistas del cotejo, verdirrojos y albinegros, se enfrentan por primera vez en el torneo oficial.
Durante la semana, se fue calentando el ambiente, las tradicionales cargadas, las especulaciones previas y finalmente la hora de la verdad.
Comienza el partido, las hinchadas renuevan el repertorio, los cánticos mas originales, redoblantes, bombos, banderas, papelitos, humo y como siempre la dosis de buen talco que los de Deportivo Sarmiento suelen esparcir por el estadio, una humorada con doble sentido, que no falta en cada encuentro.
Las imágenes son elocuentes de cómo se vivió este ultimo clásico en la gente que copo el Parque de las Tres Avenidas, con espectadores de todas las edades, no falto el mate, el girasol, la emoción de los goles, las ovaciones para los jugadores favoritos del publico y el festejo final, mientras los albinegros, una vez mas se fueron “cantando” bajito, esperando como siempre la revancha.
En la salida, algunas gastaditas, duelo de bocinas, saludos irónicos, otras caras serias, algún encontronazo en la calle, pero todo forma parte del folklore tradicional que rodea al más popular de los deportes.
La tribuna es un clásico aparte y así lo registro la cámara de Juan Schtre.