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“En estas Pascuas pido a Jesús que conduzca a la sociedad suarense a dejar de lado las posiciones y encontrar las soluciones a través del diálogo y el consenso”.
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El Pastor que está a cargo de la Iglesia Evangélica de la calle Belgrano de Coronel Suárez formuló una interesante reflexión en el marco de estas Pascuas, llamando al consenso y al diálogo a los suarenses en forma particular.
“Hay un pasaje en la Biblia que me llevó a reflexionar estos días. Tiene que ver con un hecho que vivió Jesús después de resucitar. Cuenta la historia que había dos personas que iban caminando discutiendo acerca de las cosas que pasaban, pero a pesar de ir discutiendo continuaban juntos. Eso me parece que es una primera lección” señaló el religioso.
“Tenemos que aprender a disentir pero no por ello separarnos, romper nuestra unidad. Estamos en un país, y ahora en estos momentos en una ciudad, donde nos encontramos sectorizados de alguna forma con diferentes problemáticas. Creo que tendríamos que aprender de estos dos discípulos que a pesar de sus diferencias se mantenían juntos. El relato continúa cuando Jesús se acerca a los dos hombres que iban caminando discutiendo y ellos lo hacen parte del problema, comentándole las diferencias que tenían”, explica Espinosa.
“El Señor tenía lugar para dar su propia opinión. A mí me parece que en el medio de estas problemáticas que vivimos a nivel ciudad, familiar, necesitamos incluir a Jesús dentro de la charla, necesitamos saber lo que piensa, oír sus opiniones y hasta tal vez las soluciones y salidas que podrían tener nuestros dilemas. Y no por eso estamos cediendo espacio, sino estamos tratando de buscar algún tipo de salida a cuestiones que parece que no la tienen. Esa es la segunda enseñanza: incluir a Jesús, permitir que Él sea parte de nuestros problemas. La historia en la Biblia termina cuando se relata que los dos hombres, después de encontrarse con Jesús, continuaron juntos su camino porque reconocieron que aquel que vieron era Jesús y comentaron a todos que había resucitado. Esa es la tercera gran enseñanza: unirnos. La persona de Jesús nos va a unir siempre, a seguir juntos el camino, pensando en el otro, solidarizándonos más, pensando en las soluciones más que en las posiciones que cada uno tenemos”.