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Procesión y luego Santa Misa en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen.
Se rememoró la entrada triunfal del Señor en la ciudad de Jerusalén.
Presidio la celebración el Cura Párroco Diego Kessler.
Comenzó la Semana Santa.
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El domingo ultimo, y como ocurre todos los años, el Cura Párroco Diego Kessler procedió a bendecir los ramos de olivos en una ceremonia que concentra una gran cantidad de familias en el Anfiteatro Municipal, teniendo en cuenta que ayer, Domingo de Ramos, fue el último domingo de Cuaresma, iniciándose con la rememoración de la entrada de Jesús en Jerusalén.
Después de las 10 de la mañana los fieles ya congregados en el amplio espacio de la Avenida Casey aguardaron la bendición del Sacerdote, para mas tarde agruparse partiendo en procesión hacia la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, donde se llevó a cabo la Santa Misa que también contó con una masiva asistencia de fieles.
Después de la bendición el Párroco brindo un enfático mensaje para vivir la Semana Santa conmovidos por sus implicancias, instando a mantener la dignidad, poniendo todo en la cruz, confiando siempre en el señor, no abandonar nunca, seguir con fe, no desesperar, pero sosteniendo nuestra actitud con absoluta dignidad creyendo en Jesús.
En la oportunidad sobresale la liturgia del Domingo de Ramos, una de las más intensas de la Semana Santa y del año litúrgico que, junto con las del Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurrección, forman las celebraciones centrales del año.
El Domingo de Ramos es un día alegre y triste a la vez. La liturgia del Domingo de Ramos comienza con la bendición de las palmas y ramas de olivo. Los sacerdotes entran como si se fuese a celebrar la misa. El color de éste día es el rojo, que representa a Jesús como rey en su entrada triunfal en Jerusalén (el rojo es color de reyes) y la Pasión del Señor (el rojo es el color de la sangre), celebrándose ambas en éste día.
Al comienzo de la celebración, el sacerdote viste de procesional (con capa pluvial roja), despojándose de ella al llegar al Altar y colocándose la casulla roja, vestimenta propia de la Eucaristía.
Se da la bienvenida y se lee el Evangelio de la Entrada Triunfal en Jerusalén después de la bendición de las palmas y ramas de olivo que llevaron en sus manos la población en el anfiteatro de la Avenida Casey.
Una vez bendecidos las palmas y ramos de olivo, comenzó la procesión que contó con la cooperación del grupo scout de la Parroquia y que forma parte del significado del Domingo de Ramos rememorando la Entrada Triunfal del Señor en la ciudad de Jerusalén, tal y como lo relatan los Evangelios compartiéndose la santa misa como apertura de la Semana Santa.