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Visita a la Unidad Penitenciaria Nº 19, con asiento en Saavedra.
Mediante el trabajo, la ocupación en actividades y las diferentes propuestas para los internos se intenta conducirlos a la posibilidad de la reinserción, una vez que sean liberados.
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Decir que en esta Unidad Penitenciaria, que fue fundada en el año 2003 cuando era Gobernador de la Provincia Felipe Solá, cuenta actualmente con 700 internos y un número de empleados que llega a los 334, entre ellos 90 mujeres, no aporta mucho para conocer el lugar.
Agregar que al traspasar el cerco perimetral externo se pueden visualizar sectores verdes de jardín y de huerta, permite ir cobrando una idea mejor.
Si se suma que cuenta con escuela primaria, secundaria y carreras universitarias, en convenio con la Universidad Nacional del Sur, la curiosidad, corriendo un poco los prejuicios que se tienen (muchas veces justificadamente en nuestro país sobre las unidades carcelarias) va en incremento.
Cuenta además con cursos de peluquería, panadería, cocina, costura, huerta, jardín y con talleres de carpintería y aparado de calzado, entre otras actividades que se proponen a los internos.
Si se agrega a todo este listado que en esta Unidad Penitenciaria, de régimen semiabierto limitado, existen varios pabellones de autogestión se conforma una mejor idea de este lugar, que es considerado modelo dentro de las unidades carcelarias.
En el día de ayer La Nueva Radio Suárez visitó la Unidad Penitenciaria Nº 19, junto a representantes de medios de la región, convocados para una conferencia de prensa con motivo del próximo festival de música que tendrá lugar el sábado que viene y al que están invitados todos los que quieran concurrir.
Fuimos recibidos por el Director del Penal, el Inspector Mayor Juan Aguilera.
Dentro de su oficina, y apoyado en una fotografía aérea del Penal, mostró el sector donde fueron construidas desde el año pasado viviendas para todos aquellos internos que están a 6 meses o menos de salir libres o con algún sistema de libertad condicional, para que experimenten lo que implica manejarse en el ámbito de un hogar, sosteniendo sus propios horarios y actividades.
Este lugar, con capacidad para 36 internos, está ocupado actualmente por 35 personas que están muy próximas a obtener la libertad.
Es el Director del Penal, junto al Jefe de la Unidad Carcelaria, oficial Luis Velazco, quienes nos guiaron en una recorrida por diferentes dependencias.
Como queda dicho, hay un sector de educación, una proveeduría donde los internos pueden adquirir, con el dinero que les aportan sus familiares, diferentes productos alimenticios, también algo de ropa y otros artículos de higiene personal; un sector sanitario (como una especie de mini hospital) donde se encuentra el laboratorio, sala de rayos, odontología, farmacia y primeros auxilios.
Los pabellones, 15 en total, donde viven los alrededor de 700 internos, cuentan en algunos casos con el sistema de autogestión: son los internos los que proponen las mejoras para el lugar donde habitan y los que lo llevan a cabo: hay paredes pintadas, sectores de sanitarios revestidos, pisos recién colocados y relucientes, algunas pinturas, muchas de ellas con el particular paisaje serrano y la arboleda circundante que resulta inspiradora para liberar por lo menos el alma.
Algunos de los pabellones cuentan con un régimen especial, por el que están todo el día abiertos, algunos hasta la medianoche y otros las 24 horas, donde los internos tienen que responder a los acuerdos de convivencia, respetando los horarios establecidos para acostarse, tener tendida la cama al día siguiente para conservar el orden y por supuesto atendiendo a la buena conducta de cada uno de ellos.
En algunos de los pabellones, incluso, hay parrillas donde, con el correspondiente permiso, pueden compartir un asado con la carne que les proporciona la familia cuando vienen de visita.
Cada tres meses se revisan las calificaciones de los internos, las que suben o bajan de acuerdo a la conducta, siendo las peleas entre internos las causas que generan menor calificación.
Dentro del perímetro donde están los pabellones, en uno de los espacios verdes, un prolijo palomar da cuenta que se lleva a cabo este particular deporte, incluidos en la Asociación Colombófila Argentina.
En el interior del palomar un interno atiende a las aves, mientras escucha La Nueva Radio Suárez. Justo a la hora de la recorrida Mabel está haciendo la receta.
Mientras, al presentarnos, en la recorrida por los pabellones hay otros internos que informan que escuchan el programa de Rosana, para quebrar la soledad de la noche.
El lugar es, evidentemente, diferente al concepto general de lo que se espera en una unidad carcelaria.
Es un Penal que puede ser considerado modelo dentro del sistema carcelario del país y donde mediante el trabajo, la ocupación en actividades y las diferentes propuestas para los internos buscan conducirlos a la posibilidad de la reinserción, una vez que sean liberados.