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Parte invalorable del Colegio Nacional.
Se ganó un lugar, el respeto y cariño.
Es un símbolo de la institución.
“Entré adolescente y salgo abuela, es hora de irme después de 43 años y 8 mil veces que me puse el guardapolvo”.
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Norma Felipovich compartió la emoción de la despedida con su esposo, incondicional siempre, y su madre Anita Felipovich, reconociendo el inmenso sentido de pertenencia que siempre estuvo presente durante su gestión al servicio del colegio y entonces nada mejor que el titulo que recibió al despedirse.
“Señora de la Casa”, como símbolo que ocupa un lugar especial en las filas docentes, dueña de una personalidad avasallante y de una calidez humana única, habiendo recorrido una dilatada trama de la historia institucional, ya que marcó la historia dejando una labor fecunda en diversos ámbitos.
Norma Felipovich es una trabajadora incansable, dejando siempre amor, dedicación en cada una de las tareas y en todos los rincones del Colegio Nacional.
En el discurso central de la despedida Graciela Saint Julien rescató la generosidad, sentido del humor, respeto por el otro, disposición y dedicación, con gran capacidad de escuchar.
En definitiva, virtudes básicas de un buen educador que la engrandecen en lo personal.
En su rol de Preceptora los alumnos y colegas encontraron siempre una consejera, una madre, una amiga.
Norma, en el cierre del acto, fue quien habló ultimo y a pesar que dijo que se quedaba sin palabras, dejó un expresivo mensaje, sobre todo cuando dijo que “siempre la escuela estuvo primero, aquí estábamos todas, compartiendo todo; me llevo un montón de sensaciones, pero es hora de irme. Entré adolescente y me retiro abuela, con 43 años de servicio y como 8 mil veces que me puse el guardapolvo”.
Ella no se va, porque es dueña de una personalidad brillante, es la historia del Colegio Nacional, por eso en esa tarde de otoño el amplio salón de la Unidad Académica no solo se disparó el timbre de salida, sino que “Estudiantina” refleja en toda su dimensión todo el sentir de una historia escrita con verdadera pasión.