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Un estilo propio de firmeza.
Llevó a cabo la dura tarea en el paso institucional al nivel provincial.
Un referente valido para el ejercicio de la profesión docente.
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Agradeció a quienes la formaron, le inculcaron el amor al colegio y a la tarea emprendida que durante tantos años desplegó de manera impecable.
Una mujer que, según se expresó en el acto, enseñó a valorar “los benditos papeles docentes”, la burocracia del sistema se revela en el área administrativa de las entidades escolares y en ese sentido Susana Schnegelberger ha demostrado una vocación plena de ese quehacer, con un dilatado trabajo en la secretaria que le dio un conocimiento singular de los estados administrativos.
En lo personal fue destacada la admiración que despierta por su rigurosidad mental, capacidad de análisis y de organización que han hecho de su trabajo una tarea impecable; su conocimiento conjuga con una tarea minuciosa, con dedicación y en lo personal demostró un estilo propio y de firmeza que siempre contribuyó en la toma de las decisiones académicas
En el acto del lunes por la noche, y ante la emoción de todos, fue especialmente destacado su equilibrio personal, constituyéndose en un referente valido para el ejercicio del colegio, por eso a la hora de agradecer tuvo muy presente a quienes inculcaron ese compromiso y dedicación con gran sentido de pertenencia a la vida y la historia del Colegio Nacional, hoy convertido en la Unidad Académica que lleva el nombre de su gran conductor.
Desde luego que no estuvo ausente el reconocimiento a su familia, que también forma parte de esa vocación que involucra de una u otra manera a todos sus seres queridos.
Así de impecable, como fue en su tarea, fue su mensaje de despedida.