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Desde el 1ero de febrero, a pesar que trabajó 8 días más, está jubilada Norma Felipovich, después de 43 años relacionada con la docencia y particularmente con el Colegio Nacional, al que hay que sumarle los 5 años como alumna del mismo establecimiento, lo que suma toda una historia vivida en la misma institución educativa.
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Ayer por la tarde se produjo el acto de despedida de cuatro integrantes del equipo jerárquico del Instituto de Formación Docente Nº 160: Cristina Otamendi (Vicedirectora); Patricia Arce (Regente de Estudio); Susana Schnegelberger (Secretaria) y Norma Felipovich (Bedel).
No es muy común que se jubilen cuatro personas juntas de una misma institución, con una trayectoria muy importante y que reúnen toda una historia compartida dentro del mismo colegio, lo que en definitiva representa una pérdida muy grande para el establecimiento.
Consultada ayer por la mañana, Norma Felipovich aclaró que nunca va a perder la relación con el Colegio Nacional, hoy Unidad Académica, porque integra el grupo de ex alumnos.
Dice también que lo que más extraña es “la parte humana, el saber de cómo siente y lo que le pasa al otro, no solo a los pares, compañeros de trabajo, sino a los alumnos de la escuela y a sus familias, porque hemos vivido una vida juntos, nos casamos, tuvimos hijos, nietos, vivimos alegrías y pérdidas; tenemos una vida compartida dentro del Colegio. Cuando fui a hacer algunos de los trámites para la jubilación en la Dirección General de Escuelas me retaron por los días de más que había trabajado, diciéndome que quién me los va a pagar. No saben que uno le dedicaba muchas horas más que lo que paga el Estado, que cuando comencé para aprender mi trabajo me quedaba muchas veces hasta las 2 ó 3 de la mañana, que todos hacemos tareas que están más allá de nuestra función: limpiar los baños cuando no había portera, arreglar un telón, ayudar en las actividades a beneficio para recaudar fondos para comprar los elementos de limpieza o cualquier otra cosa que se necesitaría. Eso es sentir que uno pertenece a un lugar y que a su vez le pertenece a uno, al que hay que cuidar, sostener y contribuir para hacer crecer”.
Norma dijo también que lo que va a extrañar es el contacto con los alumnos, en este caso de los profesorados, que cada día se acercaban a comentarle sus avances, sus resultados en el estudio, sus logros.
Norma Felipovich, una vida dentro del Colegio Nacional, ayer fue despedida de la institución por la que trabajó a lo largo de 43 años.