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La Nueva Radio Suárez consultó a la Fonoaudióloga Gladys Hall para hablar sobre la importancia de hacer el diagnóstico de audición del recién nacido.
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“El estudio que yo realizo es el de otoemisiones acústicas, que es una pesquisa de tipo auditiva que permite la detección temprana para determinar si existe alguna dificultad de estas características en el recién nacido. Hasta ahora se efectúa en los bebes con algún riesgo (prematuros, de bajo peso, quien haya tenido alguna dificultad durante la gestación, etc), pero la propuesta es poder hacerlo a todos los recién nacidos, así como se hace el control oftalmológico, la prueba del talón”.
La profesional expresó que “junto a la radiografía de cadera y con este estudio de otoemisiones acústicas los padres pueden quedar tranquilos en que el desarrollo va a ser normal. Los mismos se preguntarán por qué esto ahora si antes no se realizaba. La respuesta es porque de uno a cuatro en mil bebés recién nacidos en forma normal, sin nada congénito que permita alertar a los profesionales y a la familia, surge que tienen dificultad auditiva que se detecta recién a los cinco, siete meses o más tarde. Descubierto a tiempo, si bien la patología auditiva no se cura, se compensa con la colocación de audífonos a los tres meses, lo que permite que los bebés no dejen de escuchar y pueden hacer el desarrollo de su oralidad y del lenguaje. Este estudio que proponemos se realiza a todos los recién nacidos, es una prueba objetivo, que permite evaluar si el niño oye normalmente a las 48 horas de haber nacido”.