Imprimir Página | Volver a página de inicio

Emotivas anécdotas, las más increíbles cuando manejaba el transporte que hacía el recorrido entre Suárez y los Pueblos Alemanes.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Cuando Lidia Beier se casó y se trasladó a vivir a Coronel Suárez le llovió una responsabilidad que enfrentó con coraje: manejar el colectivo que llevaba a los alumnos de la ciudad cabecera y de los Pueblos San José y Santa María.
“Viéndolo ahora parece increíble todo lo que hacíamos, no se podía pagar un transporte escolar, de manera que contábamos con un viejo colectivo que muchas veces no tenía frenos suficientes, no estaba en condiciones adecuadas y que no pocas veces nos dejó a pie. Hoy no me atrevería a hacer lo mismo, con toda esta cuestión de la responsabilidad civil, pero entonces éramos mucho más aventureras, teníamos mas impulso y había que asegurar que todos los alumnos llegaran a estudiar al nivel técnico que la Hermana Joela había creado y que tenía una increíble cantidad de estudiantes”.
Lidia, en su discurso y también en un la entrevista con La Nueva Radio Suárez, dijo que entendía que había llegado el tiempo de tomarse el tiempo para estar con los hijos, para dedicarles los momentos que muchas veces no pudo porque estaba llevando adelante su aporte para la continuidad y el crecimiento de una escuela que le enseñaron a querer como propia.
Anticipó al Padre Antonio Vedellini, representante legal, y al Arzobispado que va a seguir cerca de la Parroquial desde lo institucional, además de las horas que tiene dos días a la semana como profesora de una de las cátedras, para seguir aportando para un establecimiento que tiene el alma y el impulso de la Hermana Joela, religiosa y maestra de la vida para muchos de los que la conocieron.