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La lengua de señas, una opción para la inclusión y la accesibilidad.
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En el discurso de la Presidenta ante el Congreso, además de su larga duración y los pormenores de cada uno de los temas que fue abordando, llamó la atención también la labor que desempeñó una traductora de lengua de señas, que durante 3 horas 20 minutos trabajó intensamente para comunicar a la comunidad de sordos e hipoacúsicos cada una de las ideas que iba volcando la Mandataria.
En las horas subsiguientes, las redes sociales se inundaron de comentarios sobre esta cuestión tan particular.
La oportunidad fue adecuada para consultar a la Fonoaudióloga y Profesora de Sordos Alejandra Travería sobre lo que implica la lengua de señas.
Dijo que “la comunicación gestual es una forma natural que tenemos todas las personas y que los sordos e hipoacúsicos utilizan especialmente, aún cuando estén oralizados. Implica un bagaje muy completo porque uno en el acto comunicativo intenta informar deseos, necesidades. La lengua de señas entra al interior del sordo para desarrollar todo ese pensamiento, las emociones. Es un recurso más que se esgrime como andamiaje para llegar al pensamiento abstracto de los sordos”.
Consultada si se transmite palabra por palabra a través de las señas, en una tarea de traducción, o en definitiva se comunican ideas, explica que “se transmite el sentido, uno no puede cambiar ni salir del contexto de la idea que quiere expresar el orador; se va haciendo una traducción simultánea. No es literal, tiene otra configuración, uno va cambiando la sintaxis, diciendo lo mismo, pero más abreviado. La lengua de señas está establecida en la nueva Ley de Medios Audiovisuales, con un concepto de accesibilidad a la información para las personas sordas e hipoacúsicas y con un verdadero sentido de integración e inclusión”.