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Las sensaciones que provocan Los Nocheros.
Ovaciones interminables en el final del espectáculo.
Una hora y media de un show imponente.
Todas las edades, todas las emociones, toda la música.
El frío no se sintió para muchos.
Suspiros y gritos desenfrenados por momentos.
No falto la bandera de Deportivo Sarmiento.
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Una vez comenzado el espectáculo, acallados los aplausos iniciales mientras Los Nocheros comenzaban su rutina con los temas mas consagrados de antes y de ahora, el clima se fue afianzando, el contacto con el publico fue casi apasionado por momentos, para entonces muchos se pudieron a bailar, reiteraban los aplausos, zapateaban en el campo de juego y otras no ocultaron su emoción por estar frente al grupo mas consagrado del país.
Así a lo largo de la hora y media que duro el concierto, las sensaciones se mezclaban, los temas se imponían y la respuesta del publico no se hacia esperar, al contrario era una demostración permanente y a cada interpretación, llegaba la devolución de la gente, de todas las edades, las mujeres mas “expresivas” no escatimaban energía para saludar, tirar besos, arrojar una bandera verdirroja que Álvaro recogió y devolvió generosamente a la platea y así durante todo el tiempo en que se prolongo el show la postal era cada vez mas atractiva.
Muchos jóvenes, otros con mas años, tomaron sus recaudos ante al frío reinante en la noche en que el estadio de Deportivo Sarmiento se inundo de sentimiento popular, con las canciones mas famosas de todos los tiempos, las baladas románticas con fuertes estribillos, los temas populares del folklore que invito a acompañar revoleando pañuelos o los abrigos.
Y el final apoteótico verdaderamente con Los Nocheros saludando junto a sus músicos, la aclamación de los espectadores con una selección de las obras mas consagradas.
Bien el publico, muy bien, fue un espectáculo aparte y allí estaba la cámara de “Tito” García para registrar todos los momentos, todas las emociones.
Ya paso el 25 de Febrero, el día en que Los Nocheros llegaron a Coronel Suárez y así reacciono el público.
Había avanzado la medianoche y todo el mundo quedo con el alma llena de goce y placer por semejante derroche de talento y buen gusto.
Sencillamente espectacular.