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La estadística da cuenta que ahora la gente se anima a denunciar más, a pedir ayuda, a buscar apoyo profesional para salir del circuito de la violencia en el que ha estado durante años o por un corto período de tiempo.
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Porque las personas que requieren ayuda, en su mayoría mujeres, y que llegan al Servicio son jóvenes que han pasado un corto período en pareja o han tenido un noviazgo violento o también quienes han estado durante mucho tiempo viviendo en situaciones extremas de peligro, incluso para su integridad física, y que por fin se animan a hablar, luego de soportar escenarios muy graves de maltrato.
Consultada Claudia Biurrarena, Jefa del Servicio de Violencia Doméstica de la Municipalidad, explicó que “el año pasado, 2011, en el Servicio tuvimos 230 casos nuevos que nunca habían llegado a la dependencia municipal. Las víctimas en la mayoría de los casos son mujeres y también niños. Desde que se inició el Servicio en el año 2008 hasta la fecha la estadística da cuenta que hemos registrado 2.400 casos. Esto hay que multiplicarlo por los hijos y las parejas, para que podamos darnos una idea de cómo está incrustada la violencia como forma de relación en muchas familias”.
“Afortunadamente nos damos cuenta que como resultado de las campañas que hemos llevado a cabo, de la ayuda que recibimos de los medios para difundir sobre estos temas y también de los cambios que se vienen registrando en la sociedad, ahora las personas se animan a hablar más, a pedir ayuda y a solicitar la asistencia de profesionales”.