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La cara de la corrupción.
Por Gustavo Miquelarena.
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Al ver las imágenes del fatídico accidente en Once, lo primero que se me vino a la mente fue la cara de Ricardo Jaime, ex Secretario de Transporte de la Nación, destituido de su cargo por sospechas de corrupción, acusado de recibir dádivas de empresas a las que él debía controlar, entre otras TBA, la prestadora del, por así llamarlo, servicio de trenes de la Línea Sarmiento.
Y este pensamiento me permitió ver la verdadera cara de la corrupción y la gravedad de ésta, ver que no es solo meter la mano en la lata, usar un avión privado o llevarse unos millones o unos miles (según el cargo ) sino que la corrupción, y mas cuando esta enquistada en la sociedad como lo esta en la nuestra, hace que hechos como este puedan ocurrir, ya que aquel que debía prestar un servicio publico no lo hizo y aquel que debía controlar no lo hizo y aquel que tenia que investigar no lo hizo y no lo hizo por tanto tiempo que ya parecía normal que no lo hiciera, acá no vale la frase “roban pero hacen”, cada vez que roban están haciendo que esos hechos ocurran.
Y con esto no trato de caerle a este Gobierno si no a todos, ya que vemos con naturalidad como estos hechos (de corrupción) suceden a diario frente de nuestro ojos en todos los ámbitos y ya nos parece normal que ocurran.
Creo que debemos entender que la corrupción no es un tema de moralina (moralidad falsa) sino por sobre todas las cosas de respeto hacia el otro y de darnos cuenta que no se puede construir nada en una sociedad corrupta.
Gustavo Miquelarena.
DNI 29.851.065.