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Otra más de “Los Niños Bien” de nuestra sociedad.
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Aquellos que no cuentan con un argumento verdadero, tristemente deben valerse de una mentira para salirse del paso.
En mi familia, no resolvemos situaciones a pedradas y nunca ha tenido que venir la policía a tocarnos la puerta por ruidos molestos.
Quisiera saber, de qué manera podría cortar el suministro eléctrico de una casa vecina. ¿Entrando en su propiedad ilegalmente para llegar hasta su caja de luz? ¿O tal vez poniendo una escalera de 5 metros en la vereda, recordemos que eran las 04.30 horas de la madrugada, subirme a mis 73 años y cortar los cables?
Parece una película de espionaje.
Invito de buena fe a mi vecino, a que venga a mi domicilio a encontrar el patrón de baldosa que él dice que le arrojé; ese mismo que él utilizó para romper el vidrio de mi ventana y que frente a dos oficiales de policía, reconoció haber sido el agresor.
No se crea el dueño del pueblo Sr. vecino, sólo somos dueños de nuestros actos y debemos responsabilizarnos por ellos.
Y no voy a contestar a otras acusaciones que me ha hecho su hijo, porque a juzgar por el estado en que se encontraba aquella madrugada, como médico que soy, no le gustaría saber lo que el diagnóstico arrojaría.
Cuánto más fácil hubiese sido bajar el volumen de la música frente al primer pedido. Indudablemente no existió la capacidad para comprenderlo ni tampoco el raciocinio para mantenerse lúcido y tomar la decisión correcta ante lo que está bien y lo que está mal.
Estos hechos ya se habían producido reiteradamente y con anterioridad, y en estos últimos días, la gente nos lo ha hecho saber con llamados y cartas.
Es por eso que queremos agradecer todo el apoyo y la solidaridad de la inmensa cantidad de personas que, como nosotros, saben bien cómo acostumbra a proceder este tipo de gente, que lo único que logra es desmejorar la calidad de vida de nuestra pacífica ciudad.
Damos por terminado este episodio, deseosos de no tener que pasar nuevamente por estas patéticas situaciones, ni nosotros en forma particular, ni tampoco cualquier otro ciudadano de nuestro querido Coronel Suárez.
Dr. Enrique I. Cortalezzi
L.E. 5.477.843.