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- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - De mi mayor consideración: Despojado de todo tipo de interés político, con dolor e indignación, me dirijo a usted para ponerme a su disposición para en conjunto hacer algo por nuestros chicos, para evitar que sigan produciéndose muertes absurdas como las ocurridas en los últimos meses, que en verdad dejan familias destrozadas y con un justo desánimo por la pérdida del ser querido. Señor Intendente, sabe usted que trabajo con la juventud desde hace muchos años, elegí la educación para estar junto a ellos en el momento de mayor desarrollo, en la plenitud de sus vidas, y me llena de pena que muchas de esas vidas se trunquen por accidentes absolutamente evitables. No ignora usted, señor Intendente, que está en nuestras manos la organización y control de la comunidad, que sus vidas puedan desarrollarse en un ambiente armonioso y seguro, en donde no estaremos libres de los infortunios, pero que aquellas situaciones que se producen porque fallaron los controles me indignan, porque hemos fallado nosotros… como gobernantes. Estoy persuadido que en su fuero íntimo coincide conmigo. Sabe usted muy bien que la totalidad de los accidentes de tránsito que ocurren en la noche de Coronel Suárez son absolutamente evitables. La ley lo ampara, señor Intendente, una persona que tiene alcohol en sangre no puede estar a cargo de un automóvil. Por lo tanto, disponiendo de inspectores en la puerta de los boliches bailables y confiterías, para constatar el estado en que sale nuestra juventud estaremos evitando ese tipo de accidentes. Si se hubiera cumplido con lo que dispone la ley, Leandro Resch y muchos más ‘Leandros’ estarían hoy vivos, caminarían entre nosotros, serían futuros profesionales. Sólo se requiere de voluntad política para implementar esta disposición, dinero para pagar las horas extras tiene… no dude, señor Intendente, las familias de Coronel Suárez sabrán reconocerlo. Por último, no se preocupe por el costo político, no habrá. Me sumo a la iniciativa y si a Usted le parece bien, estaré a su lado la primera noche y las que sean necesarias, hasta que la sociedad tome conciencia de que lo hacemos por ellos, secuestrando el vehículo de aquel o aquella que quiera manejar en estado de ebriedad. Para tranquilidad de la población, esta propuesta no tiene otro fin que el cuidado de nuestros chicos, no existe ánimo recaudatorio… no queremos que se apliquen multas, todo lo contrario, queremos evitar muertes absurdas. Por tal razón, el automóvil será devuelto el lunes siguiente al secuestro, previo curso de lo que provoca el manejo en estado de ebriedad. En caso de que existan reincidencias, propongo que los inconcientes realicen trabajos comunitarios en su primera y segunda reincidencias, después sí imponer multas importantes. Espero que podamos trabajar juntos en esta oportunidad, que esta carta abierta no caiga en ‘saco roto’, sino que a la brevedad convoque usted a los demás concejales, a los funcionarios involucrados en la problemática, a los inspectores municipales, a los jefes policiales y a las instituciones intermedias, para así entre todos velar por la vida de nuestros hijos. Esto es política de estado, razón por la cual, señor Intendente, no seamos mezquinos, no busquemos rédito político, evitemos seguir llorando vidas jóvenes que quedaron truncas por un inconcientes que se creían súper hombres y deciden manejar en estado de ebriedad. Es hora que la clase política suarense se ponga los pantalones largos en temas sensibles para la sociedad y este es uno de ellos. Sin más, señor Intendente, quedo a la espera de su rápida convocatoria, para poder desde el próximo fin de semana trabajar en conjunto por el bien de nuestros hijos. Lo saluda atte. |
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