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- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - La Nueva Radio Suárez consultó a la Lic. en Nutrición Corina Gatto, quien es especialista en obesidad infantil, sobre esta problemática que comienza a hacerse visible en el mundo entero. Explicó que la obesidad infantil “se produce por una multiplicidad de causas: los hábitos alimentarios, el sedentarismo, la genética, entre otras cuestiones. Se trata de que el tejido adiposo en los niños, de acuerdo a su edad, su contextura física, esta en exceso, lo que no es saludable. Los hábitos alimentarios de la familia tienen mucho que ver en esto, porque no es el niño quien va a hacer las compras al supermercado, ni el que completa la heladera o las alacenas de la casa de diferentes productos, son los padres quienes ponen a disposición del menor la comida que tendrá a su alcance. También son los adultos quienes otorgan más o menos cantidad de dinero para el kiosco, donde los chicos se surten de muchos productos que no resultan para nada saludables”. Agregó que “muchos de los comestibles elaborados, precocidos, enlatados, tienen una enorme cantidad de grasas, de sal y otros elementos que van contribuyendo a que con el consumo repetido se llegue al sobrepeso y a la obesidad. No se trata del niño sentado frente a la computadora, sino de la sumatoria de elementos que se conjugan. Por supuesto que hay que trabajar para que todos los niños tengan una actividad física, realicen un deporte en forma diaria, también para las personas adultas es muy importante esta cuestión”. Consultada en torno a si es sencillo para un niño superar la problemática de los kilos de más, la profesional explicó que “no es simple, pero tampoco es imposible. Hay que enfocarse en el niño, pero las pautas son dadas a los padres y abuelos, que son generalmente los que están a cargo de los chicos si los dos padres trabajan y son además quienes dan una serie de permitidos. Hay algunas cosas básicas a tomar en cuenta: por ejemplo los chizitos, las papitas, deben estar en la mesa en ocasiones especiales, no en una habitualidad como la que se está dando, que se consumen mientras se espera la comida. Lo mismo para las golosinas, los alfajores, los chocolates, gaseosas, que son consumidos en el almuerzo y en la cena o durante diferentes momentos del día. Hay que empezar a usar el agua para las comidas diarias, a cocinar con más verduras, con más colores, que son tan buenas. Por supuesto que implica más trabajo, un rato más en la cocina para combinar en diferentes platos los distintos sabores y colores, pero esto redundará en beneficio no solo para el niño sino para toda la familia”. En el final de la nota hizo una advertencia: “la obesidad es una enfermedad, puerta de ingreso para otras patologías como hipertensión, colesterol, problemas coronarios, y que además ya se está comenzando a ver en la población joven la presencia de estas problemáticas, por lo que es necesario tomar muy en serio esta problemática que atenta contra la salud. Y cuando se trata de niños y adolescentes hay que tomar en cuenta que sufren mucho por la actividades que no pueden hacer, por la ropa que no se pueden poner y por la discriminación que le pueden hacer sus pares”. |
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