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- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - La profesional fue entrevistada en el programa Creciendo Juntos que se emite diariamente después de las 10:30 hs. y se reitera a las 20:50 hs. en la programación de La Nueva Radio Suárez. La Licenciada Menéndez dijo que “la envidia es una emoción natural al hombre y que tiene un forma malsana y otra que no lo es tanto. Implica desear aquello que el otro tiene. ¿Dónde está la vuelta de tuerca para que sea una emoción positiva? Cuando la envidia me permite preguntarme qué es lo que el otro hizo para lograr eso que logró y desafiarme en torno a si puedo yo hacer lo mismo que el otro para obtener lo que le estoy envidiando, es una vuelta positiva de la envidia. Es cuando tomamos al otro como modelo a seguir para conseguir aquello que deseamos”. La Licenciada Menéndez expresó que “se trata de una emoción que en sí misma no es ni buena ni mala, sí lo es lo que cada uno de nosotros hace con lo que sentimos. Un aspecto malo de este sentimiento tan natural al hombre es la que me hace querer, y muchas veces accionar, la destrucción del otro o del bien que tiene el prójimo y que yo le envidio porque lo deseo para mí”. “Tenemos que pensar las emociones que sentimos como las lucecitas que se van encendiendo en el tablero de un auto, como íconos que nos advierten de lo que nos está pasando por dentro, lo que estamos sintiendo. Cuando notamos que se nos enciende la luz de la envidia, sería bueno que nos pusiéramos a trabajar sobre eso, analizando qué es lo que envidiamos del otro y qué estamos dispuestos a hacer para conseguir aquello que deseamos para nosotros. Ese es el sentido positivo de la envidia. La emoción, tanto la envidia como cualquier otra, está ahí para que nos hagamos cargo y de cada uno depende si le damos una utilización positiva o negativa, si la usamos para aprender, conocernos y superarnos o para quedarnos con una acción negativa, sin evolucionar como personas”. |
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