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Atención a las recomendaciones para la conservación de diferentes productos, sobre todo ante la ola de calor existente en nuestra región.
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Siempre, en todos los momentos del año, pero más que nunca ahora, cuando hay elevados registros térmicos, se debe tener especial cuidado con el adecuado nivel de frío de los alimentos y con los riesgos más que nada los lácteos, que tienen una carga bacteriana por naturaleza, la temperatura de 4 a 8 grados en este tipo de productos permite que las bacterias que están en estado latente no se reproduzcan, sin provocar inconveniente a la salud y asegurando que se pueda consumir dentro del tracto digestivo.
Pero si se corta la cadena de frío las bacterias se reproducen de a millones cada minuto, por eso es especialmente importante que se controle el nivel de frío de las heladeras de los comercios, para que el mismo se mantenga constante y una vez que se ha adquirido el producto ponerlo inmediatamente en la heladera de los hogares.
En cuanto a los congelados o supercongelados, ambas categorías corresponden a diferentes procesos de elaboración y requieren que se mantengan las temperaturas. Hay que tener especial cuidado con las hamburguesas supercongeladas, ya que muchas veces son puestas en los domicilios en el área más baja de las heladeras y a los pocos días están en descomposición, aún estando dentro del refrigerador, por lo que el consejo es consumirlas inmediatamente si no se cuenta con un freezer que garantice tener la temperatura que requiere este tipo de alimentos.
Bromatología proyecta exigir que todos los comercios tengan en sus heladeras un termómetro especial que permita a los Inspectores saber la temperatura de tres días hacia atrás, para determinar si se han apagado o no las heladeras durante la noche.