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Gruesas raíces de árboles y otros desechos se prendieron fuego y obligaron a los Bomberos a extremar esfuerzos.
En la mañana del miércoles todavía el humo cruzaba la ruta y siempre esta latente que vuelva a tomar combustión.
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La ruta 67, a pocos metros de la rotonda con la 85, frente a las plantas de silos y a los campos que resultaron dañados por un dantesco incendio la semana pasada, se ha tornado en una peligrosa combinación que incluye la visibilidad del tránsito que por esa vía accede a la ciudad.
Hay un mini basural donde se arrojan ramas, gruesas raíces de árboles y otros elementos de descarte muy cerca de un alojamiento, lo que permanentemente produce gruesas nubes de humo que cruzan la ruta y que han obligado a la Policía a desplegar dispositivos de seguridad en el transito.
La Municipalidad, por su parte, a través de la Secretaria de Servicios Públicos, aportó camiones, palas cargadoras y hasta una motoniveladora, a los efectos de proceder con la remoción de tierra, raíces y pasto, permitiendo su distribución por la zona afectada, especialmente para sofocar los vestigios que puedan generar nuevos focos ígneos.
El martes los Bomberos Voluntarios debieron trabajar varias horas con reposición de agua para los equipos, porque realmente no se daba abasto, teniendo en cuenta la dimensión del fuego, originando que el humo negro se viera prácticamente desde nuestra ciudad y desde la ruta.
El miércoles al mediodía, y lo demuestran las fotografías, el sector perjudicado todavía no ofrecía seguridades de su total extinción.