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Hace casi un año sufrió un terrible accidente con motivo del vuelco de un micro de la empresa Andesmar en la rotonda de las rutas 85 y 60.
Su infinito agradecimiento por las atenciones en el Hospital y de la comunidad de Coronel Suárez.
Hoy se repone en Mendoza de reiteradas intervenciones quirúrgicas después de la amputación de sus brazos y severas lesiones en sus piernas.
El testimonio enviado a través de una familia de nuestra ciudad.
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En oportunidad del trágico vuelco del micro de transporte de la empresa Andesmar, que une Mar del Plata con Mendoza, el pasado 3 de febrero en la rotonda de las rutas 85 y 60, la señora Amelia Montoro recibió múltiples atenciones en el Hospital Municipal de Coronel Suárez y contención por parte de miembros de nuestra comunidad, especialmente a su familia que llegó a partir de esta tragedia.
Hace pocos días una familia perteneciente a Coronel Suárez viajó a Mendoza, visitó el domicilio de Amelia y trajo un testimonio muy valioso para compartir con la ciudad.
Allí nos expresan que “dialogamos con Amelia Montoro, radicada en la Ciudad de San Rafael, Mendoza, quien desde allí quiso hacer llegar a la comunidad de Coronel Suárez un grato agradecimiento por su atención recibida luego del accidente de ómnibus que sufrió el 3 de febrero en la rotonda de las Rutas 85 y 60.
Expresó que el cariño con la que trabajan las personas de Coronel Suárez, cada una en sus labores, es muy difícil de encontrar, destacó el amor y el desinterés, pero sobre todo la entrega de la gente.
Agradeció al personal del Hospital Municipal, a cada una de las personas de la ciudad que la acompañaron a ella y a toda su familia.
Además sostuvo que no hay casualidades, sino causalidades, que Dios la dejó en el lugar indicado, donde encontró el apoyo de muchas personas, y sobre todo la protección de la Virgen de Schoenstatt. También a los sacerdotes y fieles de la comunidad que la asistieron y estuvieron acompañándola en cada momento.
Ella agregó que todas las palabras del mundo no bastan para poder agradecer a toda la comunidad, pidió a Dios que la acompañe siempre, para que ésta siga siendo solidaria con cada una de las personas y brinde siempre esa atención, como la que tuvo con ella. Con una gran emoción finalizó diciendo que esta eternamente agradecida y nos tiene siempre presente en su corazón”.