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Antonia Pin de Reser:

42 años ligada desde la docencia con la Escuela Parroquial Santa María.
Una Directora que dejó su sello y continuó la tarea de la Hermana Joela.

Antonia Pin fue alumna de la Escuela Parroquial de su pueblo natal. Como había aprendido a leer a los 4 años, le permitieron ingresar al establecimiento educativo en aquellos años, a pesar de su corta edad. Cuando estaba en segundo grado, las Inspectoras, asombradas, le hicieron un test de conocimientos, el que pasó con holgura, por eso se pudo seguir quedando en la escuela.
Cuando tenía 11 había cursado todos los grados y fue enviada como interna al Colegio que las Hermanas tenían en Buenos Aires.
De allí regresó a los 16 años, con el título de docente.
La esperaban con los brazos abiertos para que se hiciera cargo del 3er grado de la escuela. Durante unos años estuvo a cargo de este grupo y luego pasó a ser maestra de 6to y 7mo, hasta que tuvo la responsabilidad de ser Vicedirectora.
“Como maestra tuve mis mejores años dentro de la Escuela Parroquial, reconoce ahora, porque nuestra tarea era solamente la educativa. De todo el resto se ocupaban las Hermanas, no teníamos que preocuparnos más que por la tarea específica de enseñar cada vez más y mejor a nuestros alumnos, y eso era maravilloso”.
Estuvo 12 años como Vicedirectora hasta que quedó a cargo de la Dirección de la Escuela, una vez que las Hermanas se retiraron de la administración. Y esto implicó un fuerte golpe para toda la comunidad educativa, pero también el enorme desafío de sostener la obra que por años se había llevado adelante.
Recibió, de la Hermana Joela, las enseñanzas de cómo llevar adelante un establecimiento con mentalidad de estadista, aprendiendo a anticiparse y para estar preparada a los cambios.
Y continuó aplicando lo que había aprendido de la religiosa hacia las docentes que estaban a su cargo.
Antonia Pin dejó su sello, indeleble, imborrable, en la Escuela Parroquial Santa María y contribuyó a formar un grupo de maestras responsables y apasionadas por la tarea que desempeñan, que han multiplicado lo aprendido en las escuelas en las que han actuado.

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