“Hago lo que puedo, no tiro como un joven de 25 años, pero lo que puedo hacer, lo hago”. Así se expresó el Padre Carlos Amuchástegui al ser consultado por La Nueva Radio Suárez.
El motivo de su visita es muy simple, y guarda la lógica irrefutable de un hombre comprometido con el país, con lo que cree que corresponde, y con un ciudadano que ni las distancias, la edad o las dolencias le parecen justificativo suficiente o excusa válida: vino a votar.
“Por más gestiones que hice no conseguí el cambio de domicilio para Rafael Calzada donde vivo ahora, por eso tuve que venir a votar el domingo”. Y se volvía este miércoles en tren, pero la comunidad del Centro Espíritu Santo que él creó en Santa Trinidad hace unos años atrás, quien lo quiere bien y lo cuida mucho, se va a encargar de llevarlo hacia su lugar de origen.
Con la humildad que lo caracteriza, sin haber envejecido nada, con la misma luminosidad que siempre tuvieron sus ojos, el padre Carlos habla de la necesidad de “superar las diferencias, dejar atrás las divisiones en las comunidad y trabajar todos en comunidad, en común unión para hacer grande el país. Porque de nada sirve seguir divididos. Pero para hacerlo hay que tomar en cuenta las palabras del Evangelio, hay que ser generosos, abiertos, tomar en cuenta que en el más débil se encuentra la mayor fortaleza, y el que tiene mayor poder no debe imponer sino permitir la construcción en conjunto”.
Sabias palabras de un hombre que es sabio desde su propia santidad.