PERIODISTA: “Los economistas hablan de ajuste o devaluación ¿Qué piensa?”
FRANCISCO DE NARVAEZ: “Tenemos que ir a un ajuste del gasto público. Eso no necesariamente implica una devaluación. El ajuste tiene que pasar, entre otras cosas, por la obra pública”.
Ante esta postura tan evidente, los abajo firmantes sentimos la necesidad de rechazar enérgicamente esas declaraciones y el contenido que se desprende de semejante postura, por cuanto, es un dato objetivo que a partir de 2003, la intervención del Estado a la hora de generar obra pública ha significado:

1) La mayor concreción en materia de obra de infraestructura básica en los últimos 50 años de la historia del país. Prueba de ello son la instalación de cloacas, el tendido de redes para suministro de agua, el levantamiento de decenas de miles de viviendas y la construcción de más de 3000 kilómetros de rutas y autopistas pavimentadas.
2) La generación directa de 500.000 puestos de trabajo en el ámbito de la construcción, impulsora a su vez de gran cantidad de actividades conexas.
3) El dato incontrastable que, ante la denominada “crisis financiera internacional”, la inversión en obra pública ha significado en la argentina, una contención efectiva ante las desoladoras consecuencias que se pueden apreciar en otras partes del mundo, donde, entre otras situaciones sociales alarmantes, los desocupados han pasado a contarse por millones.

Ante lo expuesto, las declaraciones del candidato por Unión PRO, Francisco De Narváez, evidencia con incandescente claridad, la opción entre dos modelos de país: el aplicar ajustes como primera alternativa, sin que importen las consecuencias sociales que de ello resulte, o el que con plena convicción, defendemos nosotros: el de un estado presente a la hora de motorizar la economía como forma más concreta y efectiva de generar empleo y dignidad.