Mientras en el salón del Polideportivo de El Progreso, el Movimiento para la Victoria desarrollaba el acto de cierre para Santa María, en la nueva cocina comedor del amplio salón, trabajaban incansablemente hombres y mujeres integrantes de la Escuelita de Fútbol para atender a la impresionante cantidad de gente que se reunió.
Empanadas caseras, con exquisito picadillo y masa elaborada por las prolijas manos de las mujeres permitieron agasajar a los concurrentes al acto y obtener de esta manera un rédito económico para la Escuelita de Fútbol que dirige el Vasco Echeverria bien acompañado por un grupo de padres que del trabajo toda la vida han hecho una cultura.
En el salón los discursos y en la cocina empanadas listas y otras en pleno proceso de horneado, para luego ser distribuidas entre el público, dirigentes y candidatos para una fiesta de la democracia que también deja un saldo positivo para el trabajo de la Escuelita de Fútbol dedicado a la formación de los futuros deportistas de la institución que “Vive en el corazón de su Pueblo”.
“Empanadas calientes, en la noche del movimiento, se comen con gusto y sentimiento” dijo el Negro Streintenberger, ya tranquilo después del éxito del acto.

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