Las expectativas que había despertado el clásico, obligó a las autoridades policiales a redoblar esfuerzos con un operativo de prevención básicamente y que dio sus frutos, por que todo se desarrolló normalmente con los lógicos enfrentamientos de las hinchadas con cánticos alusivos.
El Teniente Medina coordinó todas las acciones y más allá de un poco de talco en los uniformes, nada se salió de cauce, terminó el partido y al dividir honores, no hubo desbordes y la policía puso en marcha un dispositivo de prevención que dio buenos resultados, según la evaluación final.
Al concluir el juego, rápidamente el público se dispersó y solo quedaron los periodistas cerrando la transmisión deportiva y muchos comentarios en zona de vestuarios.
El personal de la Policía deberá ordenar los uniformes manchados con talco, característica misión femenina, según los comentarios machistas.
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