El domingo de Corpus Christi para la ciudad tuvo una particular significación con la Santa Misa oficiada en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen donde además se registró la renovación de las promesas de los ministros de la comunión.
Al concluir la misa, el Sacerdote escoltado por monaguillos, scouts, los chicos de catequesis, movimientos Parroquiales, Colegio Estrada y San José junto otras representaciones religiosas de la ciudad y gran cantidad de files que marcharon en procesión por la Avenida Alsina entre el templo mayor hasta la Capilla del Colegio San José donde se había levantado un altar para la bendición final.
El Cura Párroco transportando al Santísimo, se detuvo en cada esquina del trayecto mencionado, elevando la bendición a la ciudad, sus calles, su gente, sus trabajos como señal de un tránsito permanente del Señor en nuestras vidas.
“Cuerpo y Sangre de Cristo” recuerda la institución de la eucaristía que se lleva a cabo durante el jueves Santo en la última cena al convertir el pan y el vino en su cuerpo y en su sangre”.
El Sacerdote expresó que “la eucaristía es el regalo más grande que Dios hace, movido por su afán de quedarse con los cristianos después de la asención”.
Fue notable la participación de fieles, en las celebraciones litúrgicas protagonizando una singular muestra de Fé en la procesión que se llevó a cabo sobre la Avenida Alsina en el mediodía del domingo de Corpus Christi.