Manuel Valea tiene ascendencia española por parte de padre y madre. Los apellidos Valea-De Lucas que porta de parte de sus dos progenitores, no dejan lugar a dudas.
Sus bisabuelos cultivaban fruta y verdura en Coronel Suárez y el producto de esta actividad lo salían a vender en canastas y con un carro.
Su abuelo tenía un comercio entre las calles Avenida Alsina y Sarmiento, frente a la estación del Ferrocarril. De manera que llegaba la gente de los Pueblos Alemanes, dejaba atado el transporte en el sector del barrio San Martín, cruzaban la zona de la estación, compraban lo que necesitaban y se volvían a sus colonias.
De allí surgió una amistad con la gente de los Pueblos Alemanes, que llevó al abuelo de Manuel Valea a alquilar una casa en Pueblo San José, para vivir allí con toda la familia.
De manera que este hombre, que se ha destacado en su trabajo a través del Rotary de las Colonias –institución de la que fue Presidente, y también Gobernador del Distrito Rotario- nació, pasó su juventud y eligió para vivir con su familia el mismo pueblo, la misma casa, igual barrio, los mismos amigos: Pueblo San José.
Jugó en el medio de la construcción de la Escuela N° 3, institución a la que su abuelo había donado el terreno para que se levantara. Entretuvo sus tardes de juego inventando autos con troncos y los envases de madera del dulce de membrillo. Jugó al kösser con sus amigos alemanes. Fue al Colegio Nacional y participó de la manifestación que propuso Lovecchio por las calles de la ciudad para festejar la nacionalización de esta escuela.
Y como él mismo dice “por no tener la sangre alemana en las venas, pude observar desde afuera y valorizar todo lo que esta raza ha aportado a Coronel Suárez. A ellos les debemos la pujanza, una obcecación sin par para conseguir los objetivos que cada uno se ha propuesto, y por ello una perseverancia que distingue y le da empuje a todo el distrito”.