Preparando “Los Pueblos Alemanes y su gente”.
Carlos Crunger: hombre de trabajo, que ama el lugar donde vive, Pueblo Santa Trinidad. |
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Aclara en seguida, don Carlos Crunger, que él no es político, como tampoco lo es su hijo Alfredo, el Delegado de Pueblo Santa Trinidad, para no dar lugar a confusiones. |
Pero a poco de hablar se manifiesta orgulloso de los tres hijos que tiene, y de la labor que desempeña al frente de la Delegación del Pueblo Alemán uno de los suyos.
Pertenece a la generación de hombres que salió a trabajar desde muy temprano, cuando todavía usaba pantalones cortos. Ayudaba a su padre en las tareas del campo que tenían fecha especial, como es el caso de la cosecha o la arada, en los años en que tanto el arado como el equipo cosechador se tiraban con caballos.
Cursó hasta el 7mo grado en el colegio y dice, con orgullo, que lo que le enseñaron lo tiene bien aprendido.
Y manifiesta, sin dudar, que nunca se iría de Pueblo Santa Trinidad, “ni yo, mi señora, o tampoco mis hijos, este es el lugar que queremos, y que sentimos nuestros, y si bien los tiempos han cambiado mucho, y las cosas eran mejor antes, en realidad este es el lugar que nos gusta para vivir”.
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