En una de las habitaciones de su casa, y con esta docente a cargo que cumplió primeramente su tarea ad honorem, se empezó con el dictado de clases en este paraje, y con una concurrencia de alumnos que se fue multiplicando por haber establecimientos rurales linderos con muchas familias en los trabajos de puesteros.
Llegó a tener 40 alumnos, en una época de esplendor.
El suegro de Clely Cárdenas fue quien donó la porción de campo en el que se construyó la escuela. Y todos contribuyeron a levantar un establecimiento rural que por entonces empezaba a hacer su contribución a la educación de los chicos de ese medio rural.
Clely Cárdenas estuvo casi 20 años como Docente y Directora de este establecimiento educativo, y ante los presentes recordó la gran familia que se conformó alrededor de esta escuelita rural.