El hombre -de identidad reservada- junto a toda su familia tuvo que abandonar su trabajo, su ciudad y sus habituales costumbres para ingresar a un sistema de testigos encubiertos que no es lo que parecía.
En alguna ciudad del norte de la costa bonaerense, Fernando-nombre ficticio- relató, su padecimiento luego de haber prestado declaración testimonial en la causa que culminará en un juicio oral a desarrollarse a partir de noviembre.
“Mi error fue ir a declarar, yo quise que los padres de estos chicos pudieran vivir más tranquilos porque iban a tener a los culpables detenidos, quise hacer un bien y me hice un mal a mí, por eso digo que no volvería a hacer lo que hice” dijo el testigo. Más adelante, “Fernando” señaló que “yo tuve que dejar mi casa y vender todas mis cosas para entrar en este programa, tuve que abandonar mi vida, mis hijas perdieron un año de escuela y el dinero que me dan no me alcanza para vivir”.
En otro tramo del impactante reportaje, el testigo encubierto mencionó la peligrosidad de los sujetos a los que sindicó como autores del doble crimen de la pareja Chiaradía-Iglesia. “Me cagaron la vida porque esta gente (por los detenidos) no perdona y si tienen que matarte un hijo, lo van a hacer” expresó.
También, “Fernando” contó que recurrió a distintas autoridades políticas para pedir ayuda. “Le entregué una carta al Gobernador Scioli y a Kirchner pero no obtuve respuestas, después fui a ver a un político local y me dijo que no me podía ayudar y me mandó a hablar con un comisario, eso fue como meterme en la boca del lobo porque en este caso hubo policías metidos”.
Por último, en la extensa entrevista, el testigo cuenta pormenorizadamente como es vivir en la clandestinidad y admite que intentó suicidarse debido a la falta de atención psicológica para poder afrontar una vida en constante peligro.
Fuente: www.labrujulanet.com.ar