Hace 40 años que Bernardo Baraj hace música, siempre utilizando instrumentos de viento, especialmente el saxo y la flauta.
Sus orígenes musicales se ubican en su juventud, cuando el rock argentino estaba naciendo, y compartían un mismo lugar Tanguito, Moris, y el propio Sandro.
Fue uno de los integrantes del grupo Alma y Vida, y con Vitale y González, formaron un trío que recorrió varios escenarios brindando espectáculos de alta jerarquía musical.
Un público entusiasta, siguió los pormenores de su presentación en Coronel Suárez. Previamente, en horas de la mañana, en una conferencia de prensa había hablado, entre otras cosas del presente de la música en el país.
“En estos momentos hay mucha música hecha para vender, en los medios de comunicación se abona todo esto, en televisión no hay programas musicales donde los músicos podamos mostrar lo que estamos haciendo. Evidentemente, el panorama actual muestra un empobrecimiento en la música popular, y lo que se da a conocer a la ciudad. En estos momentos hay cantantes, que hace unos cuantos años atrás no podrían haber cantado ni el feliz cumpleaños en una fiesta familiar”. Baraj, de todos modos, ante la consulta de la prensa dijo que “a pesar de este panorama subyace un numeroso grupo de gente joven que tiene conciencia de que para hacer música hay que estudiar, no solamente un instrumento sino también otras cuestiones afines, como armonía, por ejemplo, y que se están formando sólidamente”.
“Creo que desde organismos nacionales se debe implementar la realización de clínicas que permitan poner en contacto a músicos de más experiencia con gente joven del interior, que quiere hacer las cosas seriamente, lo que puede permitir un rico cambio de experiencias”.
El espectáculo resume, de manera única, el profundo vinculo de los interpretes con el tango y donde Mirta Braylan demuestra sus grandes cualidades de cantante y estupenda guitarrista conformando un dúo armónico y rítmico donde Baraj muestra ductilidad ejecutando piano, silbando, recitando y hasta tocando el cajón peruano en una diversidad de timbres, colores y posibilidades expresivas que casi produce una fascinación en el público que se dio cita en el espectáculo organizado bajo el Programa Café Cultura Nación y el Instituto Cultural de la Municipalidad.

.