Hace 47 años que cobra la entrada en la cancha del club de sus amores y como los domingos que hay partido no puede entrar a recorrer el campo de juego, más de una vez utiliza los días sábados, cuando están jugando los más chicos para ver como está mantenido el pasto, las instalaciones y todo el lugar.
Pedro Urban, en estos últimos años le ha pedido a la comisión directiva del club, dejar de lado la responsabilidad de manejar la plata de la entrada, y entonces, está en el portal, permitiendo el paso de los que son socios, y de los que pueden ingresar sin pasar por la boletería.
Y recuerda, cuando en el año ´74, El Progreso salió campeón. “Habían ido a la cancha de Peñarol en Pigüé 2 o 3 colectivos con gente de Santa María, para el partido final. Con un empate ya salíamos campeones. De los nervios que tenía no podía ni mirar el partido, así que caminaba por todo el predio, y llegué hasta la zona de las vías, cuando escuché que el “Negro” Streitemberger, hacía el primer gol para nuestro equipo. Recién ahí volví y me quedé viendo el partido, para festejar el segundo gol que hizo El Progreso. Salimos campeones! y festejamos hasta bien entrada la noche, recorriendo Coronel Suárez, las colonias San José y Santa Trinidad, y por supuesto Santa María”.
Pedro Urban, un buen hombre, colaborador de las instituciones, con permanente presencia en la Iglesia para las celebraciones religiosas de la Parroquia de su localidad, mozo por más de 30 años, y un símbolo del club deportivo de Santa María.