No se cansó de tirar besos y saludar, con los brazos en alto, mientras el imponente tanque militar se desplazaba por la Avenida principal de Pueblo San José, cuando la inefable figura de Juan Hippener sobresalía sobre el pesado vehículo militar y después de pedir la autorización, no pudo con su genio y se trepó para que su saludo sea más visible. |