María Graff pertenece a una amplia familia emparentada que tiene descendientes en los tres Pueblos Alemanes y también en Coronel Suárez.
Ella nació en Pueblo Santa María, y siendo joven, visitaba a su hermana ya casada, que vivía en Pueblo San José, y le preguntaba como había podido adaptarse a vivir en otro lugar que no fuera la colonia tercera.
Enamorada de quien fue su marido durante muchos años, le tocó vivir la misma experiencia, cuando tuvo a irse a vivir a Pueblo San José. “No me gustaba, y ahora no me iría. Aquí trabajé mucho en las comisiones de la Parroquia, me hice de muchos conocidos y amigas y este es ahora mi pueblo”.
María Graff ha sido en su juventud una bailarina incansable: “Mi mamá nos compraba zapatos para ir a misa y para los bailes, no eran de los mejores, y no los podíamos usar en casa, de manera cuando nos íbamos a los bailes con la orquesta Juvencia o con otros grupos, y bailábamos desde el principio hasta la última pieza, terminábamos con los pies llenos de ampollas” recuerda con toda dulzura.
“Salíamos del salón con los pies descalzos y los zapatos en la mano. Nos divertíamos mucho y sobre todo sanamente. Ahora las cosas han cambiado: la gente es distinta, el mundo es diferentes. Hay que adaptarse porque es este el mundo en el que nos toca vivir”.