Es para aplaudir los esfuerzos que hacen Carlos Schwab, su esposa y sus hijos para conservar tal como la recibieron la vivienda en la que viven desde hace años, en la calle principal de Pueblo San José.
Entrar al patio de esta casa en la segunda colonia alemana, y contemplar la añosa y bien cuidada construcción, con una enorme galería central con guardas de madera, implica sentir inmediatamente calor de hogar, en el que da ganas de estar un buen rato.
Las puertas, las ventanas, la galería, las paredes exteriores con el ladrillo desnudo, están como fueron mandadas a construir por el tío abuelo de los actuales habitantes, Juan Schwab.
Y en el interior, si bien se han hecho algunas reformas para darle más funcionalidad a la vivienda están intactas las paredes revocadas en barro y a las que les cubre un papel decorativo, mientras lucen las aberturas de madera y el piso al que se le sacó la pintura para devolverle el color original.
Muchas de las puertas tienen vidrio en el que se observa labradas las iniciales del propietario, lo que revela la historia un lugar donde evidentemente es un fidedigno testimonio del patrimonio arquitectónico.
Hay una cocina a leña que todavía se usa para calefaccionar los ambientes de uso diario como el comedor y el living.
En definitiva, con mucho esfuerzo, y mano de obra familiar, se puede conservar tal como fue construida una típica vivienda, respetando toda su historia y la de las familias que en ella habitaron.
De esto habló con La Nueva Radio Suárez, su propietario, Carlos Schwab.

 

 

 

 

 

 

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