Es de hablar pausado, bajito, y tranquilo. Y los ojos se le llenan de recuerdos cálidos cuando menciona que “a pesar de que teníamos pocas cosas nos divertíamos mucho. Después de cenar, todas las noches mi padre y mi madre se ponían a cantar canciones en alemán, que habían aprendido de los suyos. Y los domingos, lo poco que teníamos para compartir, multiplicaba la mesa con la presencia de todos los hijos, incluso de uno de mis hermanos que venía caminando de Coronel Suárez, donde vivía”.
Amalia Sieben es la más pequeña de la familia, y hace alrededor de 15 años, cuando se compró una filmadora empezó a hacer esta actividad no solo para sus seres queridos, sino también para quienes le solicitaban el servicio de filmar acontecimientos familiares. Y hace alrededor de 7 años, luego de adquirir una cámara fotográfica, incursionó con éxito en el arte de retratar personas y hechos especiales. Desde entonces se la puede ver gustosa, en cuanto acontecimiento hay en Coronel Suárez y los Pueblos Alemanes, inmortalizando cada suceso. “Soy una agradecida a Dios, y todos los días así se lo hago saber, por la vida que vivo, y porque disfruto todo lo que hago”, menciona esta mujer que denuncia sus rasgos alemanes en el color de su piel, de su pelo y de sus ojos.